El vicepresidente ejecutivo del Grupo Renault responsable del área Industrial y presidente-director general de la región Iberia (España y Portugal), José Vicente de los Mozos, va a hacer efectiva su salida del fabricante del rombo por decisión propia el 15 de enero, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes del sector conocedoras de la decisión del directivo español y ha confirmado la corporación en un comunicado.
A De los Mozos le sustituirá a partir de esa fecha en la filial ibérica Josep María Recasens, que añadirá a sus funciones como director de Estrategia y Desarrollo de Negocio las de director general de Renault España y director País Iberia. Por su parte, Thierry Charvet, vicepresidente senior de Calidad, pasará a liderar el departamento de producción del consorcio, convirtiéndose en miembro del Comité de Dirección.
La desvinculación del ejecutivo español de la compañía, que llega después de una trayectoria profesional de 38 años repartidos en dos periodos, se produce justo en un momento en el que la empresa, encabezada por Luca de Meo, ha presentado la tercera fase de su Plan Renaulution hasta 2025 —denominada Revolution—, a través de la cual la entidad se dividirá en cinco unidades de negocio y que se activa después de la rápida recuperación que está experimentando el consorcio a partir de que se empezara a ejecutar su programa estratégico desde enero de 2021, para neutralizar las pérdidas históricas de 8.008 millones de euros de 2020.
Dentro de la nueva configuración del constructor, De los Mozos, como máximo responsable de las operaciones comerciales e industriales en España, deja a la filial con una situación muy consolidada como segundo nodo de fabricación del grupo después de Francia, gracias al proyecto de convertirlo en el polo de hibridación global de la compañía, mediante el despliegue del Cuarto Plan Industrial entre 2022 y finales de 2024 —el más potente de la historia—.
Esta batería de inversiones, que tendrán un impacto estimado de alrededor de 12.000 millones de euros en la economía nacional, ha supuesto la adjudicación de diferentes productos híbridos. Concretamente, en las factorías de Valladolid, de dos SUV del segmento B —el Mitsubishi ASX y el Captur Coupé— y de una familia de motores —HR12—; en la de Palencia, de tres vehículos de las categorías C y D —el Austral en su versión de cinco plazas, de siete y una deportiva—; y en la de Sevilla, de dos cajas de velocidades —la DB45 y DB49, a las que se sumó, posteriormente, la DB35, convirtiéndose las instalaciones andaluzas en las únicas proveedoras de transmisiones híbridas—. Asimismo, se verá reforzado el Centro de I+D+i con nuevas competencias, que conllevarán la contratación de 500 nuevos ingenieros, un 50% más que la plantilla actual.
La fortaleza de la posición de las plantas españolas —que sucede en paralelo al objetivo establecido por el fabricante de ajustar su capacidad de producción desde los cuatro millones de unidades anuales de 2019 a los 3,1 millones en 2025— se ha conseguido por la elevada competitividad que han conservado a lo largo de los años, algo en lo que insistía reiteradamente De los Mozos, y que se materializó, durante el mandato del directivo al frente de la filial, en otros dos planes industriales aparte del mencionado: el segundo entre 2014 y 2016, que se tradujo en una inversión de 600 millones, y el tercero entre 2017 y 2020, con otra de 750 millones.
Sus inicios en Renault como aprendiz en 1978
La carrera profesional del ejecutivo —nacido en Sao Paulo el 15 de octubre de 1962 a raíz de una experiencia laboral de su padre en una fábrica de General Motors, quien a los cuatro años se trasladó con la familia a Valladolid para trabajar en el taller de matricería de Renault— ha estado casi en su totalidad vinculada a la compañía del rombo, y es que accedió a ella en 1978 como aprendiz a los 16 años, compaginándolo con sus estudios. Tras obtener su título de licenciado de Ingeniería Aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid en 1988, pasa a formar parte del equipo de ingenieros de la factoría de Carrocería y Montaje vallisoletana.
En 1993, se trasladó a la sede en París para desempeñar diferentes tareas en la Dirección de Ingeniería, para, posteriormente, regresar a España como jefe del Departamento de Embutición de la planta pucelana, un puesto al que le sucedió el de responsable de Chapa y Embutición en Palencia.
En 2003, le fichó Nissan como adjunto al director industrial del centro de Barcelona, siendo ascendido en dos años al puesto de presidente director de Nissan Motor Ibérica, ocupando en abril de 2006 la vicepresidencia siendo el encargado de todas las operaciones fabriles de la compañía japonesa en nuestro país. En su paso por este fabricante, logró que las instalaciones de Zona Franca —cerradas desde diciembre de 2021— alcanzasen su récord histórico de producción con 192.910 unidades.
En septiembre de 2008, entra en el proveedor catalán Ficosa como director de Operaciones del departamento de Automoción, un cargo en el que estuvo un año y dos meses para después retornar, en una segunda etapa, al Grupo Renault, siendo designado vicepresidente de Fabricación de vehículos. Su subida en el escalafón de la compañía tuvo un nuevo hito en marzo de 2013, cuando paso a desempeñar la dirección de Fabricación y Logística en Europa, un cargo que compaginó, con el de presidente director general del constructor en España, al que había accedido desde enero de 2012.
Apenas unos meses después de su ascenso, en septiembre de 2013, amplió su perímetro de actuación a las operaciones mundiales como encargado de producción y de la cadena de suministro, un área a la que sumaría la responsabilidad de Prevención de Riesgos Laborales en septiembre de 2016. Con este bagaje, en abril de 2018, asumió también un papel decisivo en la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, ocupándose de las mismas responsabilidades industriales que en la firma gala en la denominada Región 1. Una tarea que la ejerció desde su rol también como miembro del Comité Ejecutivo de la empresa del rombo.
Tras el fin de la era Ghosn, pieza clave del proyecto de De Meo
Después de la detención en Japón del entonces CEO del Grupo Renault y máximo responsable de la Alianza, Carlos Ghosn, a mediados de noviembre de 2018, acusado de una serie de delitos fiscales, y tras su dimisión a finales de enero de 2019 —cuando iba a ser cesado por el Consejo de Administración de la gala—, el consorcio eligió un equipo de gobierno bipartito, con un presidente (Jean-Dominique Senard) y un CEO (Thierry Bolloré, de manera interina). Este último, no obstante, fue relevado en octubre de ese mismo año, dando paso a Clotilde Delbos, también de manera temporal, a la que le apoyaron como adjuntos el propio De los Mozos y Olivier Murguet, que era responsable de Ventas.
Este equipo directivo tenía la labor de llevar los mandos de la empresa hasta la elección del nuevo consejero delegado, un cargo para el que, tras un proceso de selección, fue designado Luca de Meo, que dejó la presidencia de Seat el 7 de enero de 2020, pero no pudo asumir el nuevo proyecto de manera efectiva hasta el 1 de julio.
El italiano, una vez tomó las riendas, ejecutó una reorganización del organigrama, en la que contó como una de sus piezas clave con el directivo español, al que encomendó, como estaba haciendo hasta entonces, pilotar los intereses industriales de la corporación en todo el mundo, junto a los de la Península Ibérica, ambos cometidos que ha desempeñado hasta su reciente salida de la compañía.
Aunque De los Mozos ha sido determinante en salvaguardar el empleo en las factorías españolas de Renault, su intervención también fue crucial, como responsable de la Alianza en España, para evitar el cierre de la planta de Nissan en Ávila, que se empezó a barajar a comienzos de 2017, llegándose a un acuerdo de reindustrialización a mediados de junio de ese año, con el que se daría continuidad a la fabricación de camiones —finalizó el 9 de agosto de 2019 con la última unidad del NT400 — con otra de recambios de chapa para las marcas del consorcio franconipón.
No obstante, el directivo, a pesar del interés de los trabajadores en que mediara, no pudo participar en la solución frente al anuncio de clausura de las instalaciones de la japonesa en Barcelona el 28 de mayo de 2020, toda vez que ya no ejercía su rol en la Alianza como garante de los intereses en España. Finalmente, el centro catalán, ante la falta de alternativas propuestas por la marca, dejó de producir coches en diciembre de 2021 y se encuentra inmersa en un proceso de reindustrialización ajeno a los designios de Renault.
Un verdadero líder de Anfac durante cuatro años
Además de dejar su impronta en Renault, Nissan y Ficosa, De los Mozos ha sido uno de los presidentes de Anfac que más ha calado en el sector. Desde su nombramiento el 12 de enero de 2018 y hasta el 18 de enero de 2022, la asociación de fabricantes contó con un auténtico líder, que representó los intereses de las marcas ante todas las instituciones y actores de la automoción, en situaciones tan complicadas como el anuncio, en noviembre de 2018, del Ministerio para la Transición Ecológica de prohibir la venta de coches que emitieran CO2, a partir de 2040.
Esta situación se logró revertir, en febrero de 2019, cuando el Ejecutivo decidió modificar la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y, antes de su tramitación parlamentaria, dejó la cuestión en manos de lo que decidiera la Unión Europea en un marco general —finalmente en 2022 se fijó 2035, pero se deja la puerta abierta a los combustibles neutros en carbono—, al que se ceñiría el Estado español.
Entre los logros del directivo al frente de los constructores está el hecho de haber creado una hoja de ruta nada más y nada menos que para el periodo de 2020-40, con un único objetivo: hacer crecer este sector y al país, para que la industria del motor española siga siendo un referente global, como segunda potencia europea y octava o novena mundial.
El Plan Automoción 2020-40, que fue presentado el 2 de marzo ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los entonces vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el titular de Transportes, José Luis Ábalos, y la responsable de Industria, Reyes Maroto, implicaba el camino para incrementar la facturación de 210.000 millones de euros anuales a 310.000, lo que conllevaría, además, crear entre 860.000 y 1,46 millones de puestos de trabajo, entre otras grandes cifras, como una inversión de 54.000 millones de euros en la cadena de valor de la movilidad, que debería ser respaldada por la Administración.
Un protocolo sanitario pionero
El estallido de la pandemia ocasionó que su mandato no fuese un campo de rosas, precisamente, pero supo adaptarse a los tiempos que venían. Como prueba, 12 días después de presentar el Plan 2020-40, el sábado 14 de marzo de 2020, el Ejecutivo decretó el confinamiento de todo el país en una decisión histórica a la que se irían uniendo la mayoría de estados del mundo.
Sin embargo, la actividad industrial no se podía detener mucho más por lo que el ingeniero aeronáutico lideró un grupo de trabajo para crear un protocolo sanitario pionero, que permitiera reabrir las fábricas de montaje de vehículos. Después de semanas de negociaciones, el 12 de abril de 2020, firmarían el documento Anfac, Sernauto, Faconauto, UGT y CCOO.
Tras parar el golpe, otro de los hitos fue que el sector, y no por casualidad, consiguió que el Gobierno le dirigiese el primer programa de recuperación. El Plan de Impulso de la cadena de valor de la industria de automoción, dotado de 3.750 millones, fue presentado por el presidente Sánchez el 15 de junio de 2020, y recuperó cuestiones como los incentivos para la compra de vehículos diésel y gasolina, con una partida de 250 millones, aunque solo hasta final de año.
El Impuesto de Matriculación, otro caballo de batalla
Enero de 2021, comenzó con la subida de facto del Impuesto de Matriculación, después de que concluyera el periodo de transición que otorgaba la UE, para compensar la diferencia de las emisiones que se registraba, a igualdad de vehículo, entre el protocolo de homologación NEDC y el actual WLTP. Después de meses de pelea de Anfac, Faconauto y Ganvam, principalmente, el sector conseguía que el Congreso, con el apoyo del PSOE, aprobara el 30 de junio de 2021 una nueva moratoria hasta el 31 de diciembre. El 1 de enero de 2022 se volvió a la situación previa y se sigue luchando porque se elimine este tributo y se cambie por uno que grave el uso y las emisiones del automóvil.
Otro aspecto en el que la fabricación de vehículos y sus componentes fue mascarón de proa fue con la aprobación del primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica diseñado para el Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), que recibió una dotación de 2.975 millones de euros, provenientes de los fondos europeos, de los que se gastaría únicamente un 29,5%.
Asimismo, De los Mozos asumió la responsabilidad de modernizar Anfac, buscando relevo al vicepresidente ejecutivo, Mario Armero, y dando entrada al actual director general, José López-Tafall, que ha dado otro aire a la patronal a nivel externo, pero también interno, como han reconocido desde la propia asociación.
Un sector unido en torno a su figura
Más allá de cuestiones puntuales, durante el cuatrienio en el que ha permanecido al frente de Anfac, el directivo vallisoletano de adopción ha conseguido mantener la paz en el sector, a pesar de tener intereses, en ocasiones, incluso opuestos a los fabricantes de componentes representados por Sernauto, y a los concesionarios y vendedores, asociados en Faconauto y Ganvam, respectivamente.
De hecho, recibió el reconocimiento público de la organización de los proveedores de piezas, durante su IX Encuentro, que tuvo lugar en julio de 2022, y en 2014 (antes de ser presidente de la asociación de marcas), el de Faconauto, como Dirigente Español del Año. A estos se suma el de Eurostars 2022, de hace poco más de un mes de Automotive News Europe, en la categoría de Sostenibilidad por su proyecto de economía circular con las fábricas de Renault de Flins (Francia) y Sevilla y Nissan Ávila, donde impulsó también una iniciativa para recuperar coches de segunda mano, que después se venden en Autoworld, la división de ocasión de Renault Retail Group.
Pero si ha habido un galardón especial fue el que le concedió el Gobierno central el pasado 15 de febrero. Ese día, el Consejo de Ministros decidió otorgarle la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, que es la mayor distinción no militar que puede recibir un ciudadano. Una insignia que «tiene por objeto premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la nación española con el resto de la comunidad internacional». Además, la Universidad de Valladolid, donde fue alumno y profesor de la Escuela de Ingenieros Industriales, le invistió el 21 de octubre de 2016 doctor honoris causa.
Presidente de Ifema
La actividad institucional del directivo no se ha detenido en Anfac y desde el junio de 2020 es presidente del Comité Ejecutivo de Ifema —no recibe remuneración por el cargo—, donde ha relanzado la imagen internacional de la entidad ferial. Entre sus logros se encuentra la organización del Global Mobility Call, que se celebró con gran éxito del 14 al 16 de junio de 2022 y ya prepara su siguiente edición, que tendrá lugar entre el 12 y el 14 de septiembre de 2023.
En definitiva, la figura de José Vicente de los Mozos es ya historia viva en mayúsculas de la automoción española, donde ha dejado un legado tangible e intangible de dimensiones descomunales y que solo el paso del tiempo podrá poner en el lugar que le corresponde.