Toda la cadena de valor del sector de automoción, desde los fabricantes de vehículos y componentes hasta los concesionarios y talleres, ya cuenta con un protocolo general de protección y prevención laboral de los trabajadores para recuperar la actividad, después de que hoy hayan sellado un acuerdo las patronales Anfac, Sernauto y Faconauto con UGT y CCOO, bajo la coordinación y supervisión del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes conocedoras de las negociaciones.
Al documento pactado, cuyo contenido ha sido aceptado y validado por parte del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de Trabajo, se ha llegado tras un intenso proceso negociador durante los últimos días, que ha contado con la mediación del secretario general de Industria, Raül Blanco, que ha buscado reconducir las conversaciones que no fructificaron en la primera reunión que se celebró el martes pasado –por videoconferencia- y en la que solo participaron la asociación de fabricantes de vehículos y las centrales sindicales.
Entonces, Anfac confiaba en sacar adelante su propuesta de protocolo –de la que informó en primicia este medio-, que solo afectaba a los constructores de coches, pero no pudo ser, debido a que UGT defendió la necesidad de ampliar el alcance a toda la cadena de valor del automóvil, lo que, finalmente, se ha pactado, incluyendo a los proveedores y las redes de concesionarios y talleres oficiales, y dejando abierto el documento a otras organizaciones empresariales que se quieran adherir en las próximas fechas, según comentan las mismas fuentes sectoriales.
El protocolo marco suscrito, que luego deberá acordarse en los comités de Seguridad y Salud de cada una de las empresas –concretando todas las especificidades de cada instalación-, se ha creado poniendo en común los borradores y las recomendaciones planteadas por cada parte, lo que ha supuesto cambios relevantes, por ejemplo, respecto a la propuesta realizada por Anfac.
En el área industrial, se ha especificado que, con “carácter general”, los trabajadores mantendrán una distancia de seguridad de dos metros, uno más de lo que señalaban los constructores de coches, y que, si esa separación no puede garantizarse –algo que será muy mayoritario en las cadenas de montaje de las fábricas- y no es posible aplicar ninguna solución organizativa, los operarios tendrán que llevar mascarillas quirúrgicas y gafas de seguridad –los guantes ya se equipan en las plantas–.
Para que esta premisa se pueda cumplir, el documento añade que se reconocerá “el derecho de las empresas a disponer de un número de máscaras suficiente para la actividad, así como un stock mínimo”.
Otro aspecto central que se ha regulado en el protocolo, el cual tiene un enfoque integral –afecta a todas las instalaciones y movimientos de personas y mercancías-, es el relativo a cómo será el arranque de las fábricas, que comenzará en los próximos días, una vez quede sin efecto, desde este próximo lunes, el decreto de hibernación que afectaba a los sectores considerados no esenciales. En este sentido, y tal y como ya se ha avanzado en muchas compañías, se determina que, si es posible, las plantas abran reajustando los niveles de producción y los ritmos de trabajo que tenían antes de cerrar por el estado de alarma, lo que supondrá que lleve semanas recuperar la plena normalidad, siempre teniendo en cuenta la demanda que exista en el mercado.
En este inicio de la actividad, también se ha consensuado que todos los ajustes organizativos que se hagan y que signifiquen una ampliación de los tiempos de acceso al trabajo o de los descansos se contabilizarán como duración efectiva de trabajo, un aspecto cuya letra pequeña deberá concretarse en cada centro.
Toma de temperatura
En relación a los mecanismos de control de entrada y salida en la empresa, el texto pactado conserva la recomendación de Anfac de que se compruebe la temperatura corporal al personal –sin registrar los datos de cada persona- y que si esta es superior a 37,5º no se permita el acceso. En el caso de que el empleado esté abandonando las instalaciones y supere ese límite, será aislado, equipado con una mascarilla y se activarán los procedimientos de prevención. En este punto, cuando se detecten posibles casos de infectados, el Ministerio de Sanidad, en la revisión que ha hecho del texto, ha introducido que cada empresa tiene que contar con un protocolo muy claro de cómo proceder con estas situaciones.
Otro aspecto que se recoge es la elaboración de una lista de trabajadores con patologías sanitarias previas de riesgo frente al coronavirus, sobre los cuales la compañía valorará cada caso emitiendo un informe con las medidas a adoptar para que los servicios públicos de salud “actúen en consecuencia en caso de que no existan alternativas para el desempeño del puesto de trabajo”.
Medidas para los concesionarios
Al margen de todas las indicaciones que afectan a la actividad industrial, tanto de fabricantes de vehículos como de componentes, el protocolo incorpora un apartado específico para la venta y posventa oficial de automóviles y maquinaria agrícola. Como base, se apunta que se informará a los clientes, en un sitio visible, de las instrucciones de seguridad que se deben respetar, así como la necesidad de guardar la distancia mínima de seguridad de dos metros. En caso de que no pueda asegurarse, la concesión deberá entregar una mascarilla al comprador, el cual tendrá a su disposición antes de entrar a las instalaciones geles desinfectantes de manos.
El texto consensuado regula, además, las entregas de coches en venta y posventa, que se acompañarán del reparto por parte de la empresa de una declaración responsable de que el vehículo ha sido desinfectado. Asimismo, en relación a las pruebas, se define que solo podrán efectuarlas un máximo de dos personas a la vez –como reguló el Ministerio de Transportes en el uso de los coches–, las cuales firmarán una declaración responsable indicando que no les consta tener coronavirus y sus síntomas.
Finalmente, para el taller, se concreta que aquellos equipos y utillajes imprescindibles y utilizados por más de dos trabajadores serán limpiados y desinfectados por el trabajador que termine de hacer uso de ellos.