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El Gobierno retira la prohibición de vender vehículos térmicos en 2040, y la cambia por un objetivo de matricular coches cero emisiones

I. Anasagasti / P. M. Ballesteros / T. Colás / Madrid

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que se aprobará este viernes en el Consejo de Ministros, retira la prohibición de vender vehículos ligeros que emitan CO2 de manera directa en 2040 —que se incluía en el borrador inicial— y lo reduce a un objetivo, según fuentes gubernamentales consultadas por La Tribuna de Automoción.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado hoy, ante las ministras de Industria, Trabajo, Transición Ecológica y Hacienda, el Marco Estratégico de Energía y Clima, donde se incluye la Ley de Cambio Climático y Transición Energética; el Plan Nacional de Energía y Clima y el Plan de Transición Justa.

En relación a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética —cuya tramitación parlamentaria es casi imposible porque el 5 de marzo se disuelven las Cortes ante el adelanto electoral para el 28 de abril—, se establece, en el ámbito de la automoción, el horizonte de que de aquí a 2040, siempre respetando la normativa europea, tiene que haber una transición para que haya el máximo de vehículos de cero emisiones en circulación.

Fuentes gubernamentales, que han tenido acceso al borrador, insisten en que el último texto habla de horizonte y recomendación, no de prohibición ni obligación.

Para alcanzarlo tendrá que haber planes de incentivos en varios sentidos. A la demanda, para los consumidores con el fin de renovar el parque y a la industria para para promover inversiones en las fábricas que permitan hacer efectiva la transición.

Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, consultadas por este medio, han destacado que el anteproyecto de Ley fija el objetivo de que, «no más tarde de 2040, todos los vehículos ligeros nuevos, no comerciales, sean cero emisiones, siguiendo la hoja de ruta de la Comisión Europea».

Para ello, el Gobierno tendrá que poner en marcha, en coordinación con el sector, «todas las medidas necesarias» que permitan que en 2040 no se comercialicen coches contaminantes.

«Nada caprichoso, sino necesario»

Durante la presentación, el presidente del Gobierno ha declarado que «no estamos proponiendo nada caprichoso, sino necesario y que, además, es posible». Además, ha vinculado la estrategia española con la europea, puesto que «la Comisión reclama que el parque de automóviles se renueve paulatinamente con modelos de menores emisiones para culminar en el año 2040 con vehículos sin emisiones de CO2».

Sánchez ha defendido que «es una enorme oportunidad para la industria automovilística, que ha de ser protagonista de este cambio, una industria fundamental en nuestro tejido productivo que sabe lo que demandan los ciudadanos y que está invirtiendo masivamente en desarrollar vehículos eléctricos, cada vez más competitivos y cada vez más asequibles para el ciudadano medio en nuestro país».

De cara al futuro, el líder del Ejecutivo sostiene que «lo que necesitamos es establecer un marco claro y adoptar medidas de apoyo para que esas inversiones se produzcan aquí y no fuera, que es lo que está ocurriendo desgraciadamente», para que sea la industria española y sus trabajadores los que «se beneficien de esta imparable hora transformadora».

El hecho de haber eliminado el término prohibición y haber mantenido el espíritu defendido por Bruselas de vender solo vehículos cero emisiones en 2040, para cumplir con la senda de descarbonización, desactivaría en gran medida la posibilidad de que el sector denuncie la ley.

El Marco Estratégico de Energía y Clima tenía que haber sido enviado a Bruselas por el Gobierno el 31 de diciembre de 2018, pero Europa le ofreció una prórroga a España por la situación política a raíz del cambio de Ejecutivo. A pesar de la convocatoria de elecciones, no se podía dilatar más la presentación de la hoja de ruta.

La posición europea

La nueva legislación de Cambio Climático se adaptaría al esquema planteado por la Comisión Europea, que fue expuesto el pasado 28 de noviembre con la presentación de la estrategia Un Planeta limpio para todos (A Clean Planet for all), en la que analizaba diferentes caminos para alcanzar la descarbonización de la economía europea en 2050, en línea con lo establecido en el Acuerdo de París.

En el documento, cuyo finalidad no era poner objetivos sino dibujar la dirección para lograr dicha meta medioambiental, se aborda el impacto del transporte y la movilidad y se realizan proyecciones de cada uno de los tipos de propulsión, desde la térmica hasta la de energías alternativas, dentro de ocho escenarios diferentes.

Entre ellos, los que permiten alcanzar la plena descarbonización en 2050 implican que “desde 2040 en adelante” solo se tendrían que vender coches cero emisiones, de acuerdo con los cálculos realizados.

Bruselas, a partir de esta estrategia a largo plazo, abrió la puerta a una serie de debates a los que invitó a todas las instituciones europeas, parlamentos nacionales y sociedad civil, con el fin de elaborar, como pronto en 2020, un plan “ambicioso” con el que se pueda hacer realidad el Acuerdo de París

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