Durante la II edición de los ‘Desayunos AECA-ITV’, el director gerente de la asociación que agrupa las compañías y centros de inspección y verificación del estado de los vehículos, Guillermo Magaz, recordó que, más allá de la cobertura de la entidad aseguradora en caso de siniestro y de las sanciones económicas que suponga provocar un siniestro, ser el causante de un incidente debido al mal funcionamiento de un elemento del automóvil podría conllevar la comisión de un «ilícito penal que iría aparejado a la privación del derecho a conducir, multa e, incluso, pena de prisión».
Así, aseguró que en torno al 30% de los turismos que deben pasar este examen eluden esta obligación, «y aunque está el factor olvido, la mayoría no lo hacen porque saben que no la van a superar y prefieren una multa a tener que arreglar el coche». A su vez, señaló que el porcentaje es muy superior en los comerciales.
Además, también comentó que, según última Memoria de Actividad publicada por la Fiscalía de Seguridad Vial, la delincuencia vial detectada en 2022 es la mayor desde 2005 al iniciar más de 137.400 procedimientos incoados. A esto se añade que, si en 2018 se pusieron en marcha 1.553 procedimientos incoados, en 2022 fueron 3.539, lo que supone un aumento del 128%.
Junto a esto, recordó que, según el último estudio Contribución de la ITV a la Seguridad Vial y al Medio Ambiente, de la Universidad Carlos III, estas inspecciones evitan al año pasado 723 víctimas mortales, 13.100 heridos y, al menos, 15.641 siniestros, unos registros que podrían aumentar, si todo el parque cumpliera con la ITV, en 353 muertes evitadas, 11.640 heridos y 13.517 siniestros.
«Falta percepción del riesgo»
Durante el acto, se realizó una mesa redonda en la que participaron el exfiscal de Sala de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible, Bartolomé Vargas; la directora de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal Aesleme, Mar Cogollos; y el director general de la Policía Municipal de Madrid, Pablo E. Rodríguez. Esta comenzó con la emisión de tres historias personales de conductores que habían tenido que reparar su vehículo tras ser rechazados en su paso por la ITV, algo que agradecieron posteriormente al sufrir un siniestro con consecuencias mínimas que se habría saldado con peor resultado de no haberles sido detectados esos fallos.
Así, Cogollos, dijo que «falta percepción del riesgo de lo que supone ir con un coche en mal estado. Por ello, es importante la sensibilización e insistir. Quizás no habría que dar muchos números sino uno que sea clave». A lo que añadió que «el Gobierno debería tener como prioridad reducir la siniestralidad, un tema que es necesario poner en la actualidad y en la agenda política».
Por su parte, Bartolomé Vargas aseveró que «el objetivo cero accidentes de 2050 es un ideal, pero que hay que moverse por ideales para movilizar a la población y ahí es muy importante la educación». Y remarcó que, «aunque la propiedad de un coche sea de uno, este convive con otros y necesita estar en condiciones de compartir la carretera con esos mismos. Hay que pensar en la concepción social y en las consecuencias de circular con un modelo en mal estado, en lo que le puede suceder a un familiar o un amigo».
Finalmente, Rodríguez, comentó que «sería necesario hacer más campañas especiales y que, en caso de rebasar un periodo concreto sin superar la ITV, buscar el vehículo para analizarlo y, si se comprueba que no es apto para la circulación, inmovilizarlo y sancionar al propietario». Puso como ejemplo para controlar los movimientos del parque en «las cámaras de control de la circulación y acceso a determinadas zonas de las ciudades para comprobar la situación de los coches y la posible multa a los vehículos que circulan sin haber pasado el examen».