Lynk&Co, firma que llegó a España en 2021 y que está participada por Volvo y la china Geely (a su vez, matriz de la escandinava), ha abierto en la madrileña calle de Gran Vía su segundo Club en nuestro país, tras el de Barcelona, el cual consta de dos plantas con un total de 360 m². Aquí, tal y como sucede en este tipo de stores, la presencia del vehículo toma un cariz secundario priorizando la difusión de la filosofía de la enseña con un espacio donde compartir un café con amigos, comprar ropa o regalos, o mantener reuniones de trabajo, siempre con personal que informan sobre la gama y que ayudan en la contratación o adquisición.
El encargado de inaugurar la tienda fue el nuevo CEO de la firma, Nicolás López Appelgren, quien señaló ante la prensa que para la compañía «era muy importante abrir su primer club en Madrid, en la capital de España, por la relevancia que tiene esto para el logo tanto en el país como a nivel internacional».
A su vez, señaló que les supondrá una «notable notoriedad» teniendo en cuenta el «gran paso adelante que va a dar la entidad este año», con el lanzamiento de «nuevos modelos», entre los que se incluye un eléctrico; el «impulso de las ventas», más allá del sistema de suscripción que prevalecía hasta ahora; y la llegada a «nuevos canales de distribución» entre los que apuntó al renting.
Sin embargo, a la espera de que se produzcan estos hechos, el propio López Appelgren previó un 2024 con unas ventas similares a las de 2023 (3.930 matriculaciones, según Urban Science), para dar un salto cuantitativo en 2025.
Además, apuntó a que no había planes de crear nuevos clubs en otras ciudades españolas.