Pablo M. Ballesteros / Madrid
El secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, ha recordado que el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, por el cual se prohíbe en 2040 la venta de vehículos que emitan CO2 de manera directa —en principio todos menos los eléctricos y los de hidrógeno—, “es un documento de trabajo” y que se puede modificar.
En la apertura del II Seminario del VO de la Distribución Oficial organizado por Faconauto, Blanco ha señalado que, a pesar de que se trata de un programa a 32 años, puesto que será en 2050 cuando se impida la circulación de vehículos diésel o gasolina, el texto está abierto al debate con los grupos parlamentarios, los diferentes sectores y los agentes sociales.
También ha reconocido que poner fechas siempre es problemático, pero ha subrayado que es un horizonte conservador en comparación “con otros países europeos que han fijado 2025 y 2030”. Sin embargo, ha destacado que el problema actual de contaminación es por la media de edad del parque de vehículos, que supera los 11,5 años, y ha apostado por trabajar conjuntamente con el sector para renovarlo.
Además, ha defendido la necesidad de mirar por la industria de automoción española, porque “es un milagro a proteger que haya 17 fábricas en España”, teniendo en cuenta que los centros de decisión no están en nuestro país.
Por ello, ha sentenciado que “más allá del ruido mediático hay que trabajar con el sector y dentro de unos meses habrá un acuerdo, no solo con las fechas sino con elementos de valor para que en 2040 y 2050 estemos preparados y con un parque móvil renovado”.
No obstante, Blanco ha recordado que, según el CIS, el 87% de los ciudadanos están preocupados por el cambio climático y que el 26% de las emisiones contaminantes provienen del transporte. A la vez, ha remarcado que 2050 es un horizonte a largo plazo.
Sin contar con el Consejo Estratégico de Automoción
Por su parte, el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, que ha alabado el trabajo de Raül Blanco porque tiene en cuenta al sector de la distribución, ha criticado que el Gobierno haya establecido la fecha de 2040 sin contar con el Consejo Estratégico de Automoción, creado por el actual Ejecutivo socialista y en el que se encuentran las principales asociaciones del motor, así como los sindicatos.
También ha recordado que la demonización de algunas tecnologías se une a las incertidumbres generadas por el debate territorial y los nubarrobes económicos sobre Europa y España, por lo que la caída del mercado puede dejar de ser coyuntural y convertirse en estructural, más allá de las 30.000 ventas que se adelantaron a la primera mitad del año por la entrada en vigor del WLTP.
Por otro lado, ha recordado que para que en 2050 todo el parque —hoy en día se fija en 25 millones de vehículos— sea eléctrico es necesario que en los próximos 32 años se vendan 750.000 eléctricos cada 12 meses y este año no se alcanzarán ni las 10.000 unidades.
