La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), encabezada por su presidente José Vicente de los Mozos, se ha reunido esta tarde, en La Moncloa, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; la ministra de Industria, Reyes Maroto; y el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, para presentarles el Plan Automoción 2020-40-Liderando la movilidad sostenible, en el que se fija una hoja de ruta para que la industria del motor española siga manteniendo su peso específico en materia industrial y de ventas en Europa, a raíz de la profunda transformación que está experimentando el sector.
“En la reunión hemos querido transmitirle al presidente y los ministros nuestra visión a futuro del automóvil en la que hemos trabajado durante más de un año. La automoción está comprometida con la descarbonización y queremos que siga estando vivo el milagro de que fabriquemos más de 2,8 millones de vehículos sin contar con los centros de decisión”, ha destacado De los Mozos, en una rueda de prensa posterior, en la que ha puntualizado que en el encuentro la disposición de la patronal no era la de “pedir medidas concretas, sino la de definir el modelo de movilidad de nuestro país en 2040, algo que es la primera vez que se ha hecho, con el objetivo de empezar a trabajar”.
El también presidente de Renault España ha precisado que si en España se adoptan las medidas adecuadas para hacer frente a la transformación del sector, se podría pasar al término de las próximas dos décadas de un mercado actual relacionado con el automóvil y la movilidad de 210.000 millones de euros anuales a otro con una facturación de 310.000, teniendo un impacto en creación de empleo de entre 860.000 y 1.460.000 puestos, un aumento de entre el 7% y el 12% del PIB nacional, un alza de la recaudación fiscal de entre el 7% y el 12% (13.800-24.500 millones) y un impulso de la balanza comercial equivalente a un crecimiento de entre 2,7 y 4,5 puntos del PIB.
Inversión de 54.000 millones de euros de la cadena de valor
Para hacer realidad estas cifras, la patronal estima que se requerirá una inversión total de 54.000 millones de euros por parte del conjunto de la cadena de valor de la movilidad, que deberá ser respaldada por la Administración. Este monto sería el equivalente a un 5% del PIB anual.
En caso de que “no se actuara”, Anfac advierte en su informe, elaborado conjuntamente con KPMG, de que se “provocarían pérdidas recurrentes de un 2% del PIB cada año, acarreando “severas consecuencias para los fabricantes y para el conjunto de la economía española”. En el caso de los constructores, la industria perdería en facturación 21.165 millones, a lo que se añadiría un efecto arrastre en otros sectores económicos, traduciéndose en un impacto en el Producto Interior “comparable con la crisis de 2011”.
El impacto también se notaría de manera importante en el empleo, con una disminución de un 7,9% en la industria manufacturera y cerca de 194.000 puestos de trabajo. Asimismo, y fruto de la necesidad de importar más vehículos ante la reducción del montaje de coches en nuestro país, se ajustaría el superávit comercial del sector en un 25%, con alrededor de 2.420 millones de euros.
Ante las propuestas planteadas, en cuya formulación la patronal “ha sido consciente de la necesidad de mantener el equilibrio presupuestario”, De los Mozos ha señalado que “la receptividad del Gobierno ha sido muy positiva”, al tiempo que ha subrayado que la prioridad “en los primeros 100 días es eliminar la incertidumbre del consumidor y trabajar conjuntamente para desarrollar normativas homogéneas en todo el país relacionadas con la movilidad”. “España puede seguir siendo referente en Europa, pero hay que trabajar juntos, rápido y de forma eficiente”, ha remachado, puntualizando que todos en el Ejecutivo, incluso la ministra de Transición Ecológica, “están comprometidos con el sector”.
Entre un 1% y un 5% gasolina o diésel en 2040
En relación al mercado de automóviles, la asociación calcula en el plan que las matriculaciones en España se estabilizarán hasta 2030 en un volumen de cerca de 1,3 millones, para repuntar hasta los 1,5 millones en 2040, de los cuales un 58-59% de los turismos serán electrificados, un 24-26% de hidrógeno, un 15-16% de gases y otros, entre un 1% y un 3% de gasolina y entre el 0% y el 2% diésel.
A partir de esta proyección, y tras destacar que las acciones gubernamentales deberían “respetar la neutralidad tecnológica”, el presidente de Anfac ha aprovechado para poner el énfasis en la necesidad de resolver la antigüedad del parque, superior a 12 años de media”, avisando de que “si no se hace de forma adecuada”, manteniéndose las caídas de dos dígitos en las ventas de coches nuevos a particulares, podría generarse un impacto negativo en la descarbonización con el incremento del mercado de usados. “Hay que trabajar en la fiscalidad medioambiental”, aseveró para dejar claro su enfoque para la nueva legislatura: “La movilidad no es un elemento de lucha, sino que nos compromete a todos”.