La fábrica de Stellantis Madrid, que hoy celebra elecciones sindicales, pretende volver a activar el tercer turno, a finales de agosto o principios de septiembre, para recuperar una parte de las cerca de 15.000 unidades que ha perdido en el primer semestre por la falta de componentes, según ha podido saber La Tribuna de Automoción.
La decisión, que aún no es oficial, pero para la que ya se están haciendo movimientos en la factoría, supondría tener que contratar a alrededor de 300 operarios temporales —para estas incorporaciones no serviría el acuerdo de empleo que establece que los trabajadores vespertinos tengan contrato de fijos discontinuos—, que se completarían con personal de la mañana y de la tarde, principalmente los mandos.
De concretarse, supondría retomar la actividad nocturna después de que se suspendiera el 23 de diciembre de 2022, por la escasez de piezas, así como por el exceso de vehículos en las campas por problemas logísticos. Entonces, solo funcionó durante seis meses, ya que había arrancado a finales de junio, después de 15 años en los que no se producía en régimen de 24 horas en el centro de Villaverde.
En principio, como ocurrió el ejercicio anterior, el tercer turno operará en horario flexible, desde cinco a ocho horas diarias, en función de la demanda, pero sobre todo de la cadena de suministro que provee al Citroën C4 y al C4 X, aunque la previsión inicial es que lo haga a 360 minutos.
Con este giro, Madrid pretende alcanzar entre 100.000 y 110.000 unidades en 2023, una cifra similar a la que estaba prevista para 2022, pero que finalmente se quedó en 81.813. No obstante, el curso pasado fue el mejor desde que en 2016, cuando se montaba el Citroën C4 Cactus, acabó con 81.185 coches.
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