La industria automotriz está llevando a cabo su transformación hacia la movilidad eléctrica y la digitalización a un ritmo sin precedentes. Para adaptarse a esta nueva situación, las compañías se ven obligadas a llevar a cabo medidas para acelerar su propia transición y asegurar y mejorar su competitividad.
Es el caso del Grupo Volkswagen, el cual, durante su Día de Mercado de Capitales, el 21 de junio en Hockenheimring, presentó una nueva estrategia para fortalecer su rentabilidad e impulsar el beneficio, que se centrará en darle más autonomía a cada una de sus marcas y enfocarse en la “creación de valor”, con el objetivo de alcanzar, para el año 2030, un retorno del rendimiento de entre un 9% y un 11%. Para ello, en los próximos cinco años, el fabricante invertirá 180.000 millones de euros en tecnologías, campos estratégicos y regiones. A medio plazo, la parte destinada a la combustión se irá eliminando gradualmente.
Así, el grupo apunta a un crecimiento anual de las ventas del 5% al 7% en promedio, desde 2023 hasta 2027.
La estrategia pasa por fortalecer el posicionamiento de sus firmas en el mercado, ampliando su margen de maniobras e impulsando medidas de ahorro de costes en las áreas de desarrollo, materiales, producción, ventas y gastos fijos. Asimismo, tendrán la responsabilidad directa de los objetivos financieros y la identidad de marca.
‘Valor sobre volumen’
Hasta ahora, la empresa centraba su actividad en el crecimiento del volumen de producción, basándose en “los principios de rentabilidad, menores costos fijos e inversión disciplinada”, tal y como reconoció el propio Blume. Sin embargo…
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