La Dirección General de Tráfico (DGT) trabaja en nueva forma de categorización de los vehículos en base a sus sistemas de asistencia a la conducción (ADAS), indicó el director del organismo, Pere Navarro, durante una entrevista concedida al Arval Mobility Observatory. La propuesta consiste en crear subgrupos dentro de los vehículos según su nivel de equipamiento de seguridad. En función de esta clasificación, los que tengan mayor puntuación podrían acceder a beneficios como el acceso a las zonas de bajas emisiones, descuentos en estacionamientos regulados o ampliaciones de horario para carga y descarga.
Cuanto más nuevo más seguro
Un sistema como este impulsaría la adquisición de coches con sistemas que fomenten la seguridad en las carreteras, ha señalado Navarro durante la entrevista y ha recordado que, como forma de combatir la siniestralidad en las carreteras a partir de julio, será obligatorio que todos los vehículos matriculados por primera vez en Europa incluyan sistemas avanzados de asistencia a la conducción. Estos son, el asistente de frenado de emergencia, el de cambio involuntario de carril, el control de velocidad inteligente, la cámara trasera con detección de tráfico cruzado y el detector de somnolencia, entre otros.
Esta normativa es un impulso a la meta de contribuir al objetivo Visión Cero de las Naciones Unidas, que quiere eliminar los fallecimientos y lesiones graves en accidentes de tráfico para el año 2050.
Renovar el parque automovilístico español
Para que estos cambios legislativos afecten en España, hay que renovar el parque automovilístico, algo que parece muy complicado, ya que en lugar de rejuvenecerse, cada año aumenta la edad media de los automóviles. Según los últimos datos facilitados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la de los turismos se sitúa en 14,2 años y el 25% de los vehículos que circula por la Península supera las dos décadas.
Además, desde la DGT han observado un aumento del riesgo de sufrir lesiones graves o fallecer cuando se comparan los accidentes que involucran vehículos con entre 10 y 15 años de antigüedad con aquellos que implican a los de menos de cinco años, explica Navarro. A la vez, añade que existe una marcada disparidad en cuanto a las emisiones.
Respecto a la modificación de los distintivos ambientales que hace varios años que la DGT anunció que llevaría a cabo, el director de Tráfico ha admitido que están estudiando varias alternativas, pero sin nada concreto «debido a la disparidad de tecnologías».
Los criterios de las etiquetas ambientales son injustos
El problema de las etiquetas ambientales radica en los criterios utilizados para su asignación, denunciados desde hace varios años por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que las considera injustas al basarse en las tecnologías de propulsión y el año de matriculación sin tomar en cuenta las emisiones.
Esto conduce a situaciones paradójicas, como el caso de un microhíbrido con un motor muy potente que recibe la etiqueta Eco únicamente por incorporar una batería de 48 voltios. Dándose casos en los que puede emitir cantidades más altas que un vehículo de gasolina con la pegatina C. Como resultado, y por su bajo coste de desarrollo, varias marcas han optado por incluir esta solución entre sus vehículos.
Por otro lado, tener un automóvil híbrido enchufable con una autonomía eléctrica superior a los 40 kilómetros y el beneficio de la etiqueta 0 Emisiones —igual a la de los vehículos 100% eléctricos— no garantiza que sus usuarios hagan un uso ecológico, es decir, circular sin emisiones el mayor tiempo posible.
La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene previsto definir modificaciones en el sistema de etiquetado. No obstante, Navarro ha asegurado que «no habrá una reasignación general que restrinja los derechos de acceso a los vehículos existentes, sino que impactará principalmente en los nuevos vehículos». Esto implica que no habrá efectos retroactivos y los vehículos ya matriculados conservarán su distintivo actual.