El director de Operaciones globales de la marca Renault, Fabrice Cambolive, ha señalado que dentro de la necesaria estrategia que existe en el sector de reducir los costes de distribución «lo más importante no es tanto dónde» realizar el ajuste, sino «ir cada vez más a un precio en el que no haya tanta diferencia entre la tarifa de catálogo y la de transacción», es decir, «seguir bajando el descuento comercial para tener una oferta más transparente y lograr unos valores residuales más fuertes».
«Hemos hecho progresos en 2022 y vamos a continuar trabajando en este punto», subrayó el ejecutivo francés en una conexión online realizada en el marco de un evento con prensa, celebrado esta mañana en las oficinas de la compañía en Madrid, para presentar los resultados del ejercicio pasado y adelantar las claves de 2023.
Sobre este foco estratégico, muy en línea del objetivo del fabricante del rombo de buscar un negocio lo más rentable posible, aclaró que «menos promociones no significa que los precios suban». Es más, aseguró que uno de los grandes «desafíos» para su marca en este nuevo curso es «hacer todo lo que esté a su alcance para mantener una estabilidad». En este sentido, explicó que, en un entorno en el que «poco a poco está bajando la inflación», están «analizando muy de cerca cómo evolucionan los costes de las materias primas, la energía y los de producción».
Para abordar los cambios en la distribución, Cambolive indicó que durante el último curso firmaron los nuevos contratos con todas las redes de concesionarios de Europa —en España se hizo a finales de 2021—, que se empezarán a aplicar en enero de 2024 y que mantienen el modelo tradicional. Un hito «muy relevante» para «asegurar el trabajo» de los vendedores, porque implica «haber dado una visión de cara a los próximos cuatro o cinco años», apostilló.
En el caso español, el director general de la filial, Sébastien Guigues, remarcó que la firma se hizo en apenas 15 días, fruto de la buena y estrecha relación con la red. El directivo galo también añadió sobre el tema de reducir los costes de comercialización que no están diciendo como otros qué porcentaje se persigue, sino que están avanzando en la materia progresivamente, que es lo realmente importante.
Renault sigue ganando terreno en los mercados más rentables
En términos de ventas, la marca del rombo finalizó 2022 con un volumen mundial de 1.466.729 unidades, lo que representa una caída del 9,4%. En este resultado, sin embargo, no se incluyen los datos de Rusia, un mercado en el que dejaron de operar desde el segundo trimestre a raíz de la invasión a Ucrania. Mientras que en 2021 allí se contabilizaron alrededor de 130.000 matriculaciones, en el ejercicio pasado apenas unas 30.000, de acuerdo con Cambolive. Si se suman estas operaciones, la enseña habría retrocedido interanualmente cerca de un 15%.
El responsable de Operaciones quiso destacar que la reducción cosechada responde a las cifras de vehículos que pudieron producir y transportar, dados los problemas de aprovisionamiento de componentes, sobre todo chips, y de logística que padece el sector.
Más allá de ello, mostró sus satisfacción, primero, por que el reparto del negocio está «bastante equilibrado» entre lo que se genera en Europa y fuera de ella, con un 57% y un 43%, respectivamente, lo que les permite afrontar con garantía futuras crisis; y, segundo, por los avances experimentados en las tres prioridades del Plan Renaulution para ganar en rentabilidad, como son aumentar la penetración en el canal de particulares, en el segmento C y en las tecnologías electrificadas, entendiendo eléctricos puros, híbridos enchufables e híbridos autorrecargables.
En Europa, esta tendencia se ha visto claramente. Así, Cambolive comentó que los clientes privados ya representan un 51% de las entregas, ocho puntos más que en 2021; que la apuesta por la categoría de los compactos se ha traducido en un alza de 10 puntos, hasta el 34%, y la de los modelos verdes, de nueve, hasta el 39%. En este último caso, Renault acabó como tercera marca, por detrás de Toyota y Tesla.
De ello, España fue, igualmente, protagonista, anotándose, respectivamente, una cuota del 53%, tres puntos más; del 45%, cuatro más; y del 27%, 10 más —la firma fue cuarta en automóviles electrificados—, de acuerdo con Guigues, que puntualizó que el desarrollo de una actividad de mayor valor ha hecho que el precio medio por transacción subiese «casi 3.000 euros» en 2022, donde más del 50% se debe al efecto de vender modelos de mayores dimensiones y de gama más alta.
En nuestro país, en cómputo total, la enseña comercializó 64.571 automóviles y comerciales, según datos de Anfac, un 9,9% menos, representando una penetración del 6,92%, es decir, 0,16 puntos menos. Con este balance, Guigues declaró que la rentabilidad de la red habría cerrado el ejercicio con «alrededor del 2%», un resultado con el que se mostró «muy satisfecho», porque supone, al igual que sucedió en 2021, «haber aprendido a ganar dinero en un entorno hostil».
Un 2023, al alza
De cara al presente ejercicio, Cambolive dibujó un panorama en el que «la producción está mejorando poco a poco», ante unos menores problemas de suministro de componentes, aunque advirtió de que esa progresión es menos acentuada por las dificultades para encontrar transporte que está teniendo la industria. Respecto a los chips, aseveró que todo apunta que no se estabilizará la situación hasta mediados de curso.
Con estos ingredientes, subrayó que Renault tiene en mente elevar sus volúmenes globales, y que en ello podría ser determinante una expansión de sus operaciones en mercados internacionales, un punto sobre el que no quiso dar detalles, emplazando a un nuevo encuentro en «los próximos meses».
En relación a España, el director general declaró que «queremos crecer y es altamente probable que lo hagamos» tanto en penetración como en volumen, considerando un mercado de alrededor de 1,1 millones de unidades.