La implementación de la firma digital se está consolidando como una práctica habitual en los concesionarios de automóviles en España. Según datos facilitados por la empresa de software Nextlane, esta herramienta está permitiendo reducir costes operativos y acelerar procedimientos administrativos en las operaciones de venta y postventa.
Uno de los factores que ha impulsado la adopción de esta tecnología es el incremento del precio del papel, que ha pasado de unos 450 euros por tonelada antes de la pandemia a más de 1.100 euros en 2024. En este contexto, la digitalización de trámites ha cobrado relevancia no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también económico.
La firma digital permite a concesionarios y marcas formalizar documentos como contratos de compra, acuerdos de financiación o pedidos de piezas sin necesidad de papel. Además, puede realizarse de forma remota, lo que evita desplazamientos y facilita las gestiones tanto para los trabajadores como para los clientes.
Desde el punto de vista legal, estas soluciones deben cumplir con normativas como el Reglamento eIDAS a nivel europeo y la Ley Orgánica de Protección de Datos en España. Las plataformas que ofrecen servicios de firma digital suelen incorporar mecanismos de cifrado y certificados digitales para garantizar la validez de los documentos.
De acuerdo con Nextlane, la herramienta también se utiliza en procesos como el registro de vehículos o la validación de pedidos en talleres, contribuyendo a reducir errores administrativos y acortar los tiempos de respuesta.
Aunque no existen cifras públicas que cuantifiquen de forma independiente el impacto económico de esta tecnología en el conjunto del sector, algunas estimaciones internas sugieren que los concesionarios podrían ahorrar varios miles de euros al año mediante su uso.