La rentabilidad media de los concesionarios terminó 2024 en un +0,92%, según datos de Snap-On Business Solutions, el registro más bajo a la conclusión de un ejercicio desde 2016, y lo hace solo dos años después de haber cosechado el ratio más alto, un 2,24%. Además, el 31,4% de los distribuidores estarían en pérdidas cuando 12 meses antes eran el 19,6%.
Estas cifras llegan después de que todos los departamentos hayan cedido margen pues, mientras que el VN ha pasado del 3,9% en 2023 al 3,4% el pasado diciembre y el VO, del 4,4% al 3,3% (juntos han caído del 4% al 3,4%); la posventa ha retrocedido del 16,2% al 15,4% con el área de comercialización de recambios en un 15,8% (se deja 0,9 puntos porcentuales); el taller mecánico, en 15,8% (-0,2 puntos); y el de chapa y pintura, en 11,6% (-2,3).
A su vez, el conjunto de departamentos han pasado del 6% al 5,4%, mientras que los gastos generales se han mantenido en el 4,5%. Por ello, y computando todos los balances, el beneficio antes de impuestos ha evolucionado del 1,58% de hace un año al 0,92% de este.
El registro queda lejos del 2% que el sector señala como el apunte deseado para el negocio, un ratio que ha distado mucho en cada uno de los análisis trimestrales pues, si en marzo quedaba en un 0,66%, en el ecuador del curso creció hasta el 0,88% para en septiembre retroceder al 0,79%. Así, en la recta final de 2024 volvió a mejorar hasta el 0,92%, pero siempre por debajo del 1%.
La importancia de la posventa
Uno de los análisis que más llama la atención es la importancia de la posventa en la obtención de rentabilidad. Así, mientras que el VN supuso en 2024 el 64,5% de los ingresos del concesionario y el VO, el 19,2% (juntas el 83,7%), el primero aportó el 41,5% del margen y el segundo, el 11,9% (53,4% sumadas). Por su parte, la venta de recambios cooperó con el 11,1% a la cifra de negocio y el taller, con el 5,2% (conjuntamente, el 16,3%), pero su importancia en los beneficios fue del 33% y el 13,6%, respectivamente, para, juntas, representar el 46,6%.
Esto significa que la posventa se quedó a solo 6,8 puntos de la aportación a la rentabilidad cuando facturan cinco veces menos.