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Sólo el 5,1% de los vehículos matriculados por las empresas españolas son eléctricos, frente al 18,3% de las portuguesas

Las empresas representan el 60% de las nuevas matriculaciones de vehículos en Europa, con una cuota del 56% en España, según un informe de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente. Esto subraya la importancia de enfocarse en la descarbonización de la flota empresarial para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo. Además, destaca la necesidad de promover la adopción de vehículos eléctricos en empresas mediante medidas fiscales y ambientales claras, así como una estrategia de movilidad eléctrica a largo plazo para impulsar la transición hacia una economía más sostenible.

La empresa es crucial para la descarbonización del transporte
Renault Rafale E-Tech 4x4. Imagen Archivo.

Las empresas acaparan seis de cada diez matriculaciones de vehículos nuevos en Europa —en el caso de España es el 56%, es de los países en los que tiene menos presencia—, según el último informe publicado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), una organización no gubernamentales que promueve el transporte sostenible en el Viejo Continente.

Dentro de este canal, las ventas en el sector del renting están en constante crecimiento en Europa. Estas representan más del 50% de las compras de vehículos nuevos y se espera que alcancen casi el 70% en 2030.

Este dato revela la influencia significativa que tienen las compañías en la renovación del parque automovilístico en comparación con los clientes particulares.

Por este motivo, la descarbonización de este segmento del mercado se vuelve crucial para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo, que busca reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030 y lograr la neutralidad climática en 2050.

Además, en el caso de España, dirigirse al canal empresa es fundamental, ya que son responsables del 72% de las emisiones totales de CO₂, puesto que estos vehículos se suelen conducir el doble de kilómetros en un año que los privados.

Las empresas como foco de la descarbonización

En este sentido, el responsable del programa de electrificación de flotas de T&E en España, Óscar Pulido, indica que centrarse en las empresas es «una de las vías más ágiles para dar un empuje a las matriculaciones de vehículos eléctricos». Y, por lo tanto, «su electrificación debería ser una de las prioridades a la hora de plantear la hoja de ruta para la descarbonización del transporte por carretera».

Otra razón fundamental para dar prioridad a la descarbonización de la flota de vehículos de la empresa es su ciclo de vida más corto, ya que las compañías renuevan antes los vehículos que los particulares. Este tipo de transporte ingresa al mercado de segunda mano, lo que los convierte en una opción accesible a los coches eléctricos para los hogares.

Más vehículos eléctricos en casa y menos en las empresas

Por otro lado, el 73% del mercado de vehículos eléctricos de la Unión Europea está conformado por los particulares, frente a tan solo el 27% de países en los que la empresa ha adelantado a los hogares. España se encuentra entre los primeros, al igual que países como Alemania o Francia. Además, la adopción de vehículos eléctricos entre las compañías del país es inferior, en un 5,1% —mientras que los particulares alcanzan el 5,9%—, frente al 18,3% en Portugal (13,8% en el caso de los privados).

Además, las empresas matriculan más vehículos de combustión interna e híbridos enchufables que los particulares. Sin embargo, debido a la capacidad económica, las herramientas y las medidas fiscales, esta tendencia debería ser a la inversa.

Siguientes pasos para España

Según la ONG, el Gobierno debería considerar una posible reforma en la fiscalidad de los vehículos de empresa con el objetivo de fomentar la adopción de vehículos de emisiones cero. Además, se prevé un aumento de la presión fiscal sobre los diésel, gasolina e híbridos enchufables, con el fin de ampliar la brecha existente entre los que operan con combustibles fósiles y los que no.

Asimismo, se propone la implementación de medidas para el sector empresarial e incentivos a la compra de vehículos eléctricos, todo ello con criterios ambientales claros y predecibles. Paralelamente, es fundamental, afirma T&E, desarrollar una estrategia hasta el 2025, que impulse la movilidad eléctrica y garantice la calidad de los empleos actuales y futuros de la industria automotriz, así como la creación de nuevos puestos de trabajo en la cadena de valor de los vehículos eléctricos.

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