El aumento de los aranceles a la importación de vehículos eléctricos fabricados en China en la Unión Europea «solo ofrecerá un breve respiro», ya que «será necesario reducir los costes para ser competitivos a largo plazo», ha afirmado el director financiero del Grupo Volkswagen, Arno Antlitz.
Esto se debe a que los fabricantes de automóviles procedentes del gigante asiático están cerca de iniciar la producción el Viejo Continente. Y, aseguró que el plan de la UE para imponer tasas adicionales corre el riesgo de provocar «dolorosas represalias».
La creciente tensión entre grandes potencias
El pasado miércoles, China señaló que está más que dispuesta a imponer aranceles de hasta el 25% sobre los modelos importados con motores de alta potencia, a medida que se intensifican las tensiones comerciales con Estados Unidos y la UE, que se dispararon cuando se inició la investigación sobre las subvenciones a los vehículos eléctricos el año pasado, y que se agravó durante la visita del presidente de la República Popular, Xi Jinping, a Europa este mes.
Además, a principios de junio, desde Bruselas se comunicará a los fabricantes chinos los resultados de dicha investigación y, un mes más tarde, se podrían incrementar los aranceles, que actualmente están en un 10%.
Esta tensión podría afectar a entidades como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz con fuerte presencia fabril en China. Además, los tres presumen de que aquél país es su mayor mercado, al tiempo que la firma de la estrella importa modelos de lujo como el Clase S y la gama Maybach. «Tenemos que aprovechar los próximos dos o tres años para ser aún más competitivos en cuanto a costes», aseveró Antlitz en un post en su perfil de LinkedIn, a lo que añadió: «Es muy cuestionable que la actual discusión arancelaria conduzca en la dirección correcta».
Más ventas y precios más bajos
Por otro lado, los vehículos eléctricos fabricados por marcas chinas, como MG y BYD, representaron algo menos del 9% de las ventas el pasado año a nivel comunitario, según Dataforce. Aun así, se prevé que este registro aumente hasta cerca de una quinta parte en 2027, según informó, en marzo, Transport & Environment.
Finalmente, el directivo del grupo alemán confía en los próximos años como «una gran oportunidad» para mejorar la competitividad de los costes. Por ello, afirma, que «mejorará la asequibilidad de sus vehículos eléctricos» al tiempo que «asegurará los márgenes que necesitan para financiar la transformación» que tienen por delante.
Esto resulta relevante porque, a diferencia de la oferta que tienen Volkswagen, Stellantis o Renault, BYD —que está sopesando implantar dos plantas en Europa— planea introducir su modelo Seagull en el mercado continental el ejercicio que viene a un precio inferior a 20.000 euros.