El presidente de Anfac, Josep María Recasens, ha recordado que el objetivo fijado por el Fit for 55 de la UE implica reducir en un 45% las emisiones de CO2 en el transporte por carretera en 2030 respecto a las ventas de 2020. Esto supone que en ese año el 35% de los camiones que se vendan en Europa tendrán que ser eléctricos puros, según adelantó el director general de la asociación, José López-Tafall.
Esta meta va a ser difícil, puesto que la media actual comunitaria es del 1,2%, un promedio que también clava España. Para poder cumplir la meta de dentro de cinco años, según el director general, los camiones pequeños cero emisiones tienen que triplicar sus ventas, los pesados multiplicar la por 50 y los autocares por 37.
Sin embargo, durante el II Foro del Vehículo Industrial organizado por esta patronal, ambos ejecutivos coincidieron que ni en Europa ni en España se han puesto las bases para lograr este objetivo. Al respecto, Recasens ha recordado que, en nuestro país, los vehículos industriales llevan un año sin ayudas a la compra para avanzar en la descarbonización.
Esta situación que no tiene pinta de cambiar en el corto plazo, según las declaraciones de la directora general de Transporte por Carretera y Ferrocarril del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, Elena Mª Atance, que ha apostado por incluirlas en el Fondo Social del Clima 2026-2032.
Unas exigencias para los camiones superiores a las de los turismos
Además, tanto López-Tafall como Recasens insistieron en que la descarbonización del transporte por carretera no está en el debate público, pero las exigencias de la Comisión Europea son incluso más estrictas que con el automóvil. Así, recordaron que a la mencionado objetivo del 45% en 2030, hay que sumarle que en 2040 esa rebaja del CO2 deberá ser del 90%.
El presidente de Anfac remarcó que hay que ir hacia la sostenibilidad, pero sin olvidar en ningún caso la rentabilidad de los transportistas y del resto del ecosistema, por eso es necesario un programa de impulso que acompañe en el camino hacia las cero emisiones.

En este sentido, Recasens reconoció que el camino está siendo lento, pero avisó de que puede ser una oportunidad para España para establecer un hub tecnológico, si se utiliza la transformación para reforzar el hecho de que España es el primer fabricante de vehículos industriales de Europa.
Los vehículos industriales emplean a 600.000 personas y aporta el 4,8% del PIB
Sin embargo, por ahora la oportunidad no está siendo aprovechada porque de la Hoja de ruta industrial y autobús 2024-2026 presentada por la asociación de fabricantes el año pasado está teniendo «escaso cumplimiento», por parte de la Administración. Al respecto, subrayó que solo piden «el mismo esfuerzo que se hace con los turismos», para un sector que emplea a 600.000 personas y que aporta el 4,8% del PIB.
Así, celebró que el 1 de abril se hubiera reactivado el Plan Moves III, con una dotación de 400 millones de euros, pero recordó que la iniciativa no sirve para el vehículo industrial, puesto que este lleva sin ayudas desde abril de 2024, cuando finalizó el Moves Mitma.
Un ámbito en el que hay «buenas noticias» es en el despliegue de los puntos de carga, a nivel general, pero no tanto para el camión, ya que se desconoce qué infraestructura es utilizable para este tipo de vehículo.
Para estos servicios es muy importante que haya infraestructura de alta potencia porque «un camión pierde dinero cuando está parado» y no puede estar cuatro o cinco horas enchufado. Esto lleva a contar con unos 1.000 camiones eléctricos en España, de un parque total de 600.000 unidades.