El Grupo Volkswagen está barajando, en estos momentos, seriamente ampliar el porfolio de cuatro productos que va a producir en España bajo el proyecto small BEV, de los cuales dos, uno Cupra y otro VW, corresponden a la planta de Martorell (Barcelona) y otros dos, uno Skoda y otro VW, a la de Landaben (Navarra). Concretamente, lo que está en juego es la adjudicación de la fabricación de, al menos, una versión adicional del vehículo eléctrico de la marca de gama alta de Seat, según han confirmado a La Tribuna de Automoción varias fuentes conocedoras de los planes industriales del constructor germano.
El ensamblaje de este modelo extra no se ha puesto ahora encima de la mesa, sino que el inicio del análisis del lanzamiento se remonta a hace varios meses, toda vez que este periódico ya informó de los trabajos que estaba desarrollando la compañía en la edición de la segunda quincena de septiembre de 2022, aunque, entonces, se apuntó que el estudio estaba en una fase embrionaria, pero que, incluso, ya se habían elaborado diferentes bocetos de un coche con unas dimensiones algo mayores.
No obstante, las fuentes del sector citadas en aquella información matizaron que la aprobación no era muy probable, un horizonte que, recientemente, ha experimentado un vuelco, hasta el punto de que las opciones de que salga adelante han ganado muchos enteros. Este medio ha contactado con Seat para confirmar la noticia y fuentes de la marca han declinado hacer comentarios al respecto.
Un hecho que demuestra que la producción del producto está en primera línea es que el propio presidente de Seat, Wayne Griffiths, que encabeza la iniciativa del consorcio de crear un hub de electrificación en España, confirmó, en declaraciones a Reuters en el marco del Foro de Anfac el pasado 21 de febrero, que la compañía está evaluando montar un eléctrico adicional en nuestro país —eso sí, sin dar detalle alguno sobre el proyecto—, destacando que tiene «interés en un mayor desarrollo de la base de la industria», no obstante, puntualizó, que hay que «ver hasta qué punto es factible, viable, en el contexto internacional».
En caso de que se valide su fabricación en la planta de Martorell (Barcelona), el directivo aseveró que el grupo solicitaría ayudas para tal fin en la segunda convocatoria del Perte del coche eléctrico, junto a otras iniciativas, como la del ensamblaje de los battery pack, que, como informó este medio en la segunda quincena de diciembre, la empresa lo ha vuelto a valorar hacer en interno y no a través de un proveedor, que todo apuntaba sería Gestamp. De hecho, los planes pasan por realizar esta actividad dentro de Martorell o en las cercanías.
Pedro Sánchez y Maroto, al tanto de un proyecto que se barajó para las marcas VW y Audi
La concesión de apoyo público en el programa estatal, según expuso Griffiths, no sería el único factor del que dependería la asignación de la versión extra del Cupra Raval, sino también «la viabilidad del proyecto cuando se compara con otras factorías y los tiempos». «Necesito buenas razones para ganar», subrayó, desvelando, además, que el encargo de carga de trabajo adicional fue uno de los temas que se abordaron en la reunión que mantuvo, junto al presidente del Grupo VW, Oliver Blume, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Industria, Reyes Maroto, el 7 de febrero en el Palacio de la Moncloa.
Si bien la opción más sólida ahora es la de producir únicamente el modelo para la marca de alta gama de Seat, en los análisis que se han efectuado hasta la fecha, de acuerdo con fuentes sectoriales, se ha considerado que se puedan hacer otras siluetas equivalentes para las enseñas VW o Audi.
Más allá de los productos que se lancen, otro punto que está pendiente de definirse es el de la fecha de comercialización, que sería posterior, lógicamente, al arranque del ensamblaje en serie del urbano de Cupra en Martorell, previsto para julio de 2025 y a los dos o tres meses el de VW. En cuanto a los volúmenes previstos, fuentes sectoriales indican a La Tribuna de Automoción que «no serían menores y que contribuirían a mantener parte del empleo» en la factoría catalana que se perderá por el hecho de que los cero emisiones requieren, de media, del orden de un 30% menos de horas de trabajo.
Dependiendo del número de variantes extra que se acabasen asignando, el consorcio alemán habría contemplado en sus estudios la posibilidad de que la planta de Landaben (Navarra) asumiese una porción de la cadencia estimada.
La luz verde del proyecto tendría que llegar en breve
El desenlace sobre todas estas cuestiones tendría que producirse a no mucho tardar, toda vez que la compañía germana tendría decidir «a corto plazo» sobre la validación del proyecto en una reunión del Consejo de Supervisión.
En caso de que se dé la luz verde, esta implicará la necesidad de aprobar la electrificación de la línea 3 de Martorell —se ensambla el Audi A1 actualmente— que está planificada en la iniciativa del hub de electrificación Future: Fast Forward (F3), pero aún no ha recibido la autorización. Hasta la fecha, solo cuenta con el visto bueno para su adaptación la primera cadena de montaje —produce el Ibiza y Arona—, que, como adelantó este medio en primicia en la segunda quincena de enero de 2023, ha sufrido un retraso en su hoja de ruta, pasando de un inicio de las obras para comienzos de abril de 2024 a otro a mediados de junio.
Al margen de las variantes adicionales que están en juego, los sindicatos de Seat mantienen como reivindicación clave para asegurar el futuro de la empresa y la factoría barcelonesa una segunda plataforma eléctrica para coches del tamaño del León y del Formentor, con el fin de dar continuidad a estos modelos más allá de 2027 y 2028 cuando está previsto que finalice su ciclo de vida.
La valoración y resolución sobre esta nueva inversión por parte del grupo alemán no se llevará a cabo, casi con total seguridad, en la ronda de planificación de producto PR72 de noviembre de este año, sino que se abordará en 2024, teniendo en cuenta que muchas decisiones estratégicas de la corporación se van a tener que retrasar hasta después de que se apruebe la norma Euro 7, lo que sucederá, previsiblemente, a mediados del curso que viene.
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