El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, comentó en el cierre del V Observatorio de la posventa oficial que organizó la agrupación que él lidera que entre sus funciones está la de «representar al sector de los concesionarios, sus intereses y la viabilidad de sus negocios» y mostró su insatisfacción por el «desencuentro» que ahora tiene con Anfac, en relación al fallido proceso de negociación de un texto acordado que genere una hipotética futura Ley de Distribución tras la enmienda presentada, y posteriormente retirada, en el Parlamento de la mano del PDeCAT.
Ante esto apuntó: «No seríamos honestos si no defendemos los intereses de los concesionarios como lo hacemos en la actualidad. La defensa de la enmienda que necesitamos no es algo a lo que podemos renunciar para reequilibrar las posturas, y siento profundamente que no tengan la misma visión».
Sin embargo, quiso aclarar que la relación de Faconauto con la asociación que reúne a las marcas que venden vehículos en nuestro país no es mala, y que sí que trabajan de forma conjunta y alcanzan acuerdos de forma sistemática sobre otros temas que también tienen en común.
El trabajo de las aseguradoras
Por otro lado, también hizo referencia a la relación que tienen los concesionarios con las aseguradoras, sobre las que incidió en que «nos tienen que ver como a un amigo fiable», a lo que añadió que «nos han de remunerar bien». Todo esto «lejos de demandas que seguro que no van a ningún sitio», en referencia a la planteada por las asociaciones Ganvam, Cetraa, Conepa y Fagenauto en Bruselas por las condiciones que consideran abusivas en sus operaciones.
Asimismo, en cuanto a la renovación que ha de hacer la posventa, comentó que los reparadores independientes «son muy buenos, pero nosotros somos mejores. Eso sí, lo tenemos que demostrar». Y una buena manera de lograrlo, «de dar ese valor añadido que nos diferencie», llegaría con el proceso de digitalización y de automatización de procedimientos.
Finalmente, aludió a la aparición de nuevas marcas en el mercado, lo que considera que no es una amenaza, sino una oportunidad: «Somos comerciantes de vehículos y si hemos vendido marcas europeas, americanas, japonesas o coreanas, ¿por qué no chinas?».
