El Grupo Volkswagen registró en 2021 unas entregas totales de 8,882 millones de unidades, un 4,5% menos que en 2020 —pese a que fue el año en el que comenzó la pandemia— y un 19,07% menos que en 2019, el último con un comportamiento normal. Aún así, la corporación consiguió asimilar este retroceso con otras partidas y logró unos beneficios después de impuestos de 15.428 millones de euros, con un notable crecimiento del 74,8% respecto al ejercicio previo.
En la presentación de los resultados que tuvo lugar hoy, comandada por el CEO del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, y su CFO, Arno Antlitz, alegaron que la bajada en ventas se debió a los efectos de la Covid y la crisis de semiconductores. Por contra, esta se equilibró gracias a un mejor mix de producto, al destinar los chips a los modelos con un mayor margen de beneficio, y a unos precios favorables.
Así, el conglomerado alcanzó una facturación total de 250.200 millones de euros, un 12,3% más interanual, y prácticamente duplicó el resultado operativo antes de extraordinarios, pasando de 10.607 a 20.026 millones de euros (+88,8%). Por consiguiente, la rentabilidad operativa antes de extraordinarios también creció con fuerza, pasando del 4,8% de 2020 al 8% del último año. Para recompensar a los accionistas, la dirección propone unos dividendos de 7,50 euros por título ordinario y 7,56 por preferente.
En cuanto a la División de Automoción, el cash flow neto en 2021 fue de 8.610 millones, que representa un incremento del 35,4% respecto al ejercicio anterior. La liquidez neta se mantuvo en la línea de hace dos años —26.685 frente a 26.796 millones de euros, un -0,4%—, pero destaca esta mejora frente a 2019, cuando fue de 21.276 millones (+25,42%). En línea con su estrategia de transformación New Auto, la compañía continuó apostando por el I+D, cuya inversión ascendió un 12,2% interanual hasta sumar 15.583 millones de euros.
La apuesta del Grupo VW al vehículo eléctrico está dando sus frutos pues, pese a la citada caída en las ventas, los sin emisiones no siguieron esa tendencia y registraron una subida del 95,55%, pasando de 231.627 a 452.944 entregas. Para acompañar esa expansión, confirmaron la construcción a corto plazo de tres gigafactorías: una de su proveedor Northvolt en Skellefteå (Suecia), otra en Salzgitter (Alemania), y una tercera de la que aún no han desvelado su ubicación pero que La Tribuna de Automoción ya adelantó que será en España, en Sagunto (Valencia).
Seat/Cupra, en negativo pese a crecer
En el desglose por marcas, es reseñable el caso de la unión Seat/Cupra, la única en vehículos de pasajeros que incrementó sus ventas, pasando de 427.000 a 471.000 (+10,3%), junto con Bentley (de 11.206 a 14.659 para un +30,8%) y Porsche (302.000 frente a 272.000, un 10,9% más).
Sin embargo, no pudo beneficiarse de ese aumento para cerrar el balance financiero en positivo, ya que el resultado operativo fue negativo, -233 millones de euros este año frente a los -339 millones en 2020, una reducción del 31,2%. En consecuencia, su margen operativo pasa del -3,7% del curso previo al -2,4% con el que concluyó el último ejercicio. Para Antlitz, esto significa que “hay un claro margen de mejora para 2022”.
Igualmente destacable es el rendimiento de las enseñas de lujo, que además de tener un crecimiento de ventas —salvo Audi, que vivió un ligero freno del -0,7% y pasó de 1.700.000 ventas a 1.689.000—, fueron las que mejores resultados operativos registraron, con unos márgenes del 16,5% en el caso de Porsche, 13,7% en el de Bentley, y 10,5% en el de la firma de los cuatro aros.
“Porsche demostró de forma impresionante este 2021 que la transición puede ser gestionada con claros márgenes de dobles dígitos. Esto es una excelente base para negociar la potencial OPV de Porsche,” valoró el CFO de Volkswagen, haciendo alusión a la reciente noticia de una futura salida a bolsa de la empresa de deportivos.
Previsiones positivas, a la espera de la guerra
La agrupación se mostró en su reporte anual optimista de cara al año en curso, en el que espera una subida de entre el 5% y el 10% en las entregas, que se traduciría en un repunte de entre el 8% y el 13% en la facturación. En cuanto a la rentabilidad operativa, proyectan mantenerse en los parámetros de 2021 y cerrar en el rango del 7% al 8,5% el próximo balance financiero. Para la división de Automoción, el objetivo es que el cash flow neto siga en los niveles del último ejercicio, y que la liquidez neta crezca un 15%.
No obstante, VW se mostró prudente en relación a estas metas. Por un lado, está el riesgo de que la pandemia vuelva a resurgir y la escasez de semiconductores que aún no se ha paliado. Por otro, el conflicto en Ucrania y la inflación derivada hacen que no sea “posible predecir con suficiente certeza hasta qué punto repercutirá en la economía mundial y en el crecimiento del sector”.