Los concesionarios de automoción facturaron 36.163 millones de euros en 2021, lo que supone una mejora del 0,7% con el año pasado, según Faconauto, cuando en un primer momento habían informado que los ingresos fueron de 33.003 millones, lo que suponía una pérdida del 8%*. Este breakeven se ha gestado, a pesar de que en 2020 llegó la pandemia de la Covid-19 y obligó al cierre de los negocios durante varias semanas, limitando la movilidad y la actividad el resto del año.
Así, tras esta ajustada alza de facturación —estas cifran quedan lejos de las vistas hace cuatro años que fueron de 46.000 millones—, el recorte de puestos de trabajo también fue mínimo al pasar de 153.425 trabajadores a 152.225, lo que implicó una reducción del 0,8%. El presidente de la patronal de la distribución, Gerardo Pérez, considera que esto «demuestra el compromiso de la asociación a mantener el empleo de calidad».
No obstante, alertó de que de seguir con estos niveles de ventas, estarían comprometidos entre 5.000 y 7.500 puestos de trabajo, lo que equivale al cierre de dos fábricas medianas, «una pérdida que se sufriría especialmente en las zonas que se ha denominado la España Vaciada donde hoy día no se invierte lo que se debería».
Los cálculos de Faconauto se basan en que estiman que por cada 100.000 coches menos que se entregan se necesitan 5.000 vendedores menos, por lo que alertó de que, en 2022, al tratarse del tercer año por debajo del millón de matriculaciones, los empresarios no podrán mantener estructuras que están dimensionadas para 1,2 millones de vehículos.
En cuanto a la rentabilidad, indicaron que se cumplieron sus previsiones realizadas antes de fin de año, al quedar en un 1% aunque considera que «debería estar entre un 2 un 3%», y aludieron a que hubo redes que el año pasado finalizaron por encima del 1,5%.
El vehículo nuevo, el que más peso pierde en las cuentas
Al analizar las cuentas por áreas, la de vehículo nuevo fue la única que cayó con un recorte en la facturación del 5,4%* (en un principio la asociación refirió un -17,7%), tras alcanzar 21.267 millones, lo que supone estar muy lejos de los 31.000 millones de 2019. Por su parte, en la Posventa los ingresos fueron de 4.576 millones de euros, mejorando un 13%, y el VO experimentó un crecimiento del 11%, con unas ventas por valor de 7.160 millones. Estos dos últimos departamentos ya han recuperado los niveles previos a la pandemia.
Una vez más, Gerardo Pérez mostró su preocupación por la evolución del mercado de VN, que ha comenzado el actual ejercicio con una caída del 0,24% con 2021 pero superior al 52% con 2020, al gestionar solo 42.796 matriculaciones, según datos de Urban Science, que incluye todos los vehículos M1, lo que le sitúa como el peor enero desde que hay registros de ventas.
A su juicio, lo más preocupante es que, en parte por el incremento del Impuesto de Matriculación, en el arranque del curso no solo han bajado las matriculaciones, sino que también lo han hecho los pedidos, prevé un mercado de 887.000 unidades.
Desde su punto de vista, el mercado está sufriendo los efectos de la pandemia y de la falta de chips en las fábricas, y apunta a que hasta el segundo semestre no se recuperarán los niveles de producción normales.
Dificultades para cumplir las previsiones del Gobierno
Con estos niveles también, señala, será difícil cumplir con los pronósticos del Gobierno actual de contar con tres millones de coches eléctricos circulando por nuestras calles en 2030. De hecho, calcula que, en el mejor de los escenarios, habría 1,2 millones de coches en el mismo plazo, por lo que no se lograrían los objetivos de descarbonización. Además, añade que esa rebaja de contaminación se podría lograr también rejuveneciendo el parque con modelos nuevos, por lo que no se debería denostar ninguna mecánica teniendo en cuenta que los térmicos han logrado rebajar sus niveles de emisiones.
Por ello, considera necesario y urgente acometer una modificación de la fiscalidad en la que se pague por el uso y no por la compra, una medida que ayudaría a retirar buena parte de los automóviles más veteranos de nuestras calles.
A ello añade la necesidad de hacer llegar los fondos ayudas europeos a las pymes del sector, para poder acometer los retos de la digitalización y sostenibilidad y crear empleo de calidad. En este sentido, el líder de la distribución oficial pidió que igual que hay un Perte para la fabricación haya otro para la distribución.
Falta de apoyo de algunas marcas
Finalmente, también se refirió a las modificaciones que algunos fabricantes están realizando de los contratos, donde ya se incorporan las cuotas de venta directa de los constructores así como la venta online. Ante este punto considera que «los concesionarios son empresarios dispuestos a invertir allí donde hay un futuro y una oportunidad, y eso significan beneficios, pero actualmente la inseguridad que viven en temas clave dificulta la continuidad de esas inversiones».
Las ventas directas hechas por los fabricantes perjudican las cuentas de los concesionarios y, por ello, considera que «no basta con que las marcas digan que los concesionarios somos sus socios prioritarios, tienen que demostrarlo llegando a consensos y colaborando con sus redes». En este sentido, aclaró que hay marcas que sí apuestan por sus distribuidores y limitan este tipo de operaciones y otras que no.
Y por ello, Gerardo Pérez, apuntó en varias ocasiones durante la comparecencia que el sector está dispuesto a seguir invirtiendo, especialmente en ese tránsito para la llegada de la nueva movilidad, pero que requieren de seguridad jurídica. Y puso como ejemplo el caso de Stellantis, donde un 39% de la red fue cancelada «cuando estaban invirtiendo en nuevas estructuras».
Ante la situación de la red del grupo transnacional, el presidente de la distribución oficial declaró que utilizarán «todos los resortes que estén a su alcance para salvar las inversiones de sus asociados», lo que implicaría «tomar decisiones que nunca se han tomado en este país», aunque no aclaró en qué podrían consistir estas medidas.
Pérez ha recordado que las marcas tienen derecho a desvincularse de sus concesionarios, pero los empresarios, que en algunos casos llevan 50 años defendiendo los intereses de esas marcas, tienen que irse con dignidad, al igual que sus empleados.
* Desde la entidad han enviado un comunicado de prensa con la corrección de las cifras en un primer momento emitidas.