Tras más de un mes desde que se inició el Diálogo Estratégico de la Comisión Europea con los principales actores del sector de la automoción, para buscar soluciones concretas que garanticen un futuro sostenible y competitivo, estas se han materializado en un Plan de Acción que ha sido presentado hoy. Dicho documento, desarrollado por el comisario Apostolos Tzitzikostas, incluye propuestas como una flexibilización de la norma de emisiones CAFE, la creación de una alianza europea para el vehículo conectado y autónomo o favorecer el desarrollo de la conducción sin conductor.
No obstante, destaca el hecho de que no se ha aprobado un plan específico de subvenciones a la compra del coche eléctrico. Y es que, sobre este tema, el organismo ha señalado que ha comprendido la importancia de unificar criterios («un enfoque más coordinado a escala europea es necesario», asevera).
Por ello, trabajará «sin demora» con los estados miembros para poner en común las mejores prácticas en ayudas y presentar una recomendación en 2026, seleccionando los instrumentos que sean «económicamente eficientes y fiscalmente sostenibles», y adaptados a la madurez en electrificación de cada uno de los países, buscando como objetivo generar «posibles sistemas de apoyo a nivel de la UE».

Esta medida era una de las más ansiadas dentro de la industria del motor, puesto que los incentivos son un pilar clave para reflotar un mercado que lleva atascado desde hace casi un año. En la propuesta de Bruselas, se incluirán tanto herramientas de respaldo «fiscales como no fiscales» para que las ejecuten los estados y se identificarán las fuentes de financiación comunitarias que podrán emplear para su puesta en marcha.
Planes de Arrendamiento Social y flotas
Lo que sí se menciona de forma específica es el despliegue de planes de arrendamiento social, que «pueden apoyar una movilidad limpia y asequible para los consumidores con menores ingresos al tiempo que dan un impulso directo a las ventas de vehículos de cero emisiones». Por ello, la Comisión adoptará en el primer trimestre 2025 una Recomendación sobre la pobreza en el transporte, en la que animará a los estados miembros a adoptar este tipo de programas tanto para coches nuevos eléctricos como de segunda mano.
Además, el informe tiene en cuenta el aspecto de las flotas corporativas, sobre las cuales considera «fundamental eliminar los subsidios distorsionantes para los vehículos propulsados por combustibles fósiles» para incentivar un cambio hacia los no contaminantes; otro asunto que la Comisión abordará con una Recomendación a los países en este primer trimestre. A su vez, antes de finales de 2025, propondrá otra legislación para descarbonizar el parque móvil de las empresas, con medidas de apoyo.
También se presentará en el segundo trimestre una modificación específica de la Directiva sobre el peaje de la Euroviñeta para ampliar el plazo para eximir totalmente a los vehículos pesados cero emisiones de las tasas de circulación más allá del 31 de diciembre de 2025. Asimismo, y nuevamente para impulsar la electrificación, se finalizarán con celeridad las negociaciones interinstitucionales para la revisión de la Directiva sobre pesos y dimensiones de los camiones, con el fin de asegurar la paridad de carga útil entre los modelos cero emisiones y los diésel.
Flexibilización de la normativa CAFE
Otro de los puntos más destacados del documento es la flexibilización de la normativa CAFE. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya había adelantado esta noticia, tras la celebración de la segunda reunión del Diálogo Estratégico, aunque en el escrito ahora se detalla que el cumplimiento «se evalúa a lo largo de los ejercicios 2025, 2026 y 2027 combinados para permitir a los fabricantes de automóviles compensar la superación del objetivo en uno o dos de estos años con un sobrecumplimiento en los restantes».
La presidenta también anticipó que se preparaban para la revisión de la meta ambiental a 2035 sobre la normativa que prohíbe la venta de nuevos térmicos, y especificó que esta se llevaría a cabo «con la plena neutralidad tecnológica como principio fundamental».

Otras medidas
Otra de las medidas, que ya se conocía, es el impulso al software y hardware para la conducción autónoma, para hacer frente a la competencia global «feroz», a través de una alianza de la industria para que las empresas unan recursos y desarrollen software compartido, chips y tecnología; al mismo tiempo que la Comisión refinará las normativas de los test y su implementación.
Finalmente, se aborda el punto de las cadenas de suministro, cuyo reto es que logren ser «más robustas y resistentes, especialmente en lo que respecta a las baterías». «No podemos permitir que los vehículos eléctricos se encarezcan. Pero tampoco podemos permitirnos crear nuevas dependencias. Por lo tanto, exploraremos el apoyo directo a los productores de baterías de la UE», afirmó Von der Leyen, el pasado día 3. Por ello, van a introducir gradualmente requisitos de contenido europeos para las celdas y componentes de las pilas y a reducir la burocracia.
En relación al respaldo, la Comisión movilizará 1.800 millones de euros en los próximos dos años para las empresas que fabrican acumuladores en la UE, empleando recursos del Fondo de Innovación.
Las empresas a favor
Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) celebraron este enfoque «más pragmático de la descarbonización» y el reconocimiento de «la necesidad de una revisión de la realidad para que esta transición tenga éxito», así como el alivio de las multas propuesto, considerándolo «un primer paso en la dirección correcta». Sin embargo, hicieron hincapié en la industria de camiones y autobuses, cuyos desafíos específicos «aún necesitan un reconocimiento adecuado». Stellantis, por su parte, apoyó esta visión, manifestando su satisfacción ante los anuncios realizados por la presidenta de la Comisión, tras la segunda reunión del Diálogo Estratégico.

Del mismo modo, el presidente de la asociación y CEO de Mercedes-Benz, Ola Källenius, destacó la que consideran su principal preocupación: «¿Cómo trazamos el rumbo hasta 2035 con la flexibilidad y el pragmatismo necesarios para que esta transición funcione?». En este sentido, también el director de la Asociación Europea de Proveedores de Automoción (Clepa), Matthias Zink, afirmó: «Una pregunta crucial sigue sin respuesta: ¿Cómo podemos establecer un marco regulatorio abierto a la tecnología que permita soluciones como los PHEV y los eléctricos de autonomía extendida más allá de 2035? Este debe ser un elemento clave y una parte fundamental de la revisión del Reglamento sobre el CO2.»
Asimismo, la patronal de concesionarios española Faconauto incidió en que la flexibilización en el cumplimiento de CAFE «debe servir para cimentar un nuevo impulso para la industria y la distribución oficial, permitiendo que el sector opere al ritmo de sus posibilidades» y valoró de forma positiva recuperar la referencia a la «neutralidad tecnológica», considerando que el cambio debe llegar de la mano de los ciudadanos, «de abajo a arriba», y no al contrario.
Preocupación sobre el impacto en competitividad
Por el contrario, el director ejecutivo de T&E, William Todts, no se mostró entusiasta, considerando que «el debilitamiento de las normas de la UE sobre vehículos limpios recompensa a los rezagados y hace poco por la industria automovilística europea, salvo dejarla aún más atrás con respecto a China en materia de vehículos eléctricos».
Lo mismo sucedió con el director de ICCT Europe, Peter Mock, quien expresó su preocupación por el impacto en la competitividad de la industria automovilística europea: «La relajación ad hoc de los objetivos crea incertidumbre entre las partes interesadas de la industria y envía una señal negativa a los consumidores. Las cifras de ventas de enero mostraron un crecimiento prometedor en el mercado de automóviles eléctricos en toda Europa, como un corredor que gana impulso en una carrera. Pero el mecanismo propuesto corre el riesgo de hacerles tropezar justo cuando el mercado se está acelerando. La implementación de esta medida dejará a la industria europea con un marco regulatorio más débil, lo que afectará a su competitividad global».
Diálogo Estratégico sobre el Futuro del Sector Siderúrgico y otro Plan de Acción
Ayer tuvo lugar la primera jornada del Diálogo Estratégico sobre el Futuro del Sector Siderúrgico Europeo, cuyo resultado se incorporará a un Plan de Acción sobre el Acero y los Metales, que será elaborado por el vicepresidente ejecutivo, Stéphane Séjourné, y se presentará el 19 de marzo.
En él constarán medidas específicas y a largo plazo para sustituir las que se establecieron como defensa comercial, que expiran en junio de 2026. Así, abordará una amplia gama de cuestiones, como la producción de acero limpio, que sea comercialmente viable o las prácticas comerciales desleales.
También el Parlamento Europeo y el Consejo participarán en el proceso y serán informados y consultados periódicamente sobre el Diálogo.