La tercera reunión entre Volkswagen y el sindicato alemán IG Metall ha terminado sin ningún avance, y la compañía continúa sin descartar el posible cierre de fábricas en el país. Tras las conversaciones, el principal negociador de la central, Thorsten Gröger, ha señalado que se preparan «para una escalada [de las movilizaciones] desde principios de diciembre». Además, ha agregado que «si es necesario, será un conflicto laboral como Alemania no ha visto en décadas».
Este encuentro ha comenzado una hora después de que 7.000 empleados se manifestaran a las puertas del estadio de Volkswagen-Arena en Wolfsburgo para expresar su descontento con las acciones del Consejo de Administración de VW.
Tras la reunión para hablar sobre la posible clausura de plantas y la eliminación de convenios colectivos, IG Metall ha señalado que el periodo para negociar en tiempos de paz había expirado, y que a partir de ahora los paros eran una posibilidad. «Ahora empieza la oportunidad para que los trabajadores demuestren al Consejo de Administración que están dispuestos a salir a la calle en defensa de sus justificadas reivindicaciones», ha señalado la presidenta del Comité General de Empresa, Daniela Cavallo.
La central ha señalado que el próximo encuentro será el próximo 9 de diciembre. Por el momento, ambas partes se han mostrado abiertas a encontrar una solución antes de Navidad.
Un fondo solidario para evitar la reducción de plantilla
Un día antes del encuentro, los líderes laborales del Grupo Volkswagen ofrecieron 1.500 millones de euros si el fabricante descarta cerrar plantas en Alemania, pero advirtieron que este se enfrentaría a una batalla histórica si sigue adelante con recortes profundos.
Entre las medidas, la central alemana propuso que no se realice la subida salarial acordada para la industria metalúrgica y eléctrica del país —la cual consiste en un incremento del 5,1% en dos fases hasta 2026—, y que el dinero se introduzca en un fondo solidario que permita a la compañía reducir la jornada laboral en caso necesario, sin necesidad de prescindir de gente de su plantilla.
Durante la presentación, Cavallo señaló que los gastos laborales son una pequeña parte de los 17.000 millones de euros en reducciones de costos generales que la empresa está tratando de llevar a cabo. Asimismo, en la tercera ronda de negociación VW mostró interés por este plan.
No obstante, un informe de la Asociación Automotriz Alemana (VDA por sus siglas en alemán) señaló que el país germano tiene los pagos laborales más altos de cualquier industria de automóviles de pasajeros en todo el mundo, con un promedio de 62 euros por hora en 2023.
Cierre de fábricas
La marca principal se ha encontrado en apuros para disminuir costos en medio de un clima económico complicado. Por ello, en la segunda ronda de conversaciones, Volkswagen presentó una propuesta de ahorro de costes a sus trabajadores que podría evitar el cierre de fábricas en Alemania. Este incluye medidas como una reducción global del salario del 10% y una congelación de la retribución durante dos años.
En reuniones anteriores, la compañía había señalado que tiene planeado cerrar tres plantas. Según fuentes de La Tribuna de la Automoción, Dresde y Osnabrück son dos de las instalaciones que la empresa ha planteado clausurar. Asimismo, señalaron que se están planteando una reducción de personal de 23.000 empleados de los 120.000 que trabajan en el país centroeuropeo, lo que supondría un recorte de plantilla del 19,17%.
Volkswagen no es el único fabricante que está tomando estas medidas en Alemania (o en Europa), puesto que la reducción de la dema de vehículos eléctricos en el Viejo Continente , sumado a la competencia de los automóviles chinos y la incertidumbre geopolítica, está complicando el panorama de la industria automotriz. Ford o Nissan son alguna de las compañías que también han anunciado restructuraciones en sus empresas.