La dirección de Ebro Barcelona y los sindicatos habían acordado que, como tarde, a partir del 1 de octubre de 2024, todos los contratos de la factoría pasarían de ser de formación a indefinidos. Entre otros aspectos, este pacto conlleva subir de un salario de 1.575 euros mensuales, que perciben ahora los trabajadores en 12 pagas, a uno medio de alrededor de 1.700 euros en 14, que iría subiendo.
Sin embargo, según ha podido saber La Tribuna de Automoción, la compañía planteó a los representantes de los trabajadores, en una reunión que mantuvieron ayer, convertir los contratos a indefinidos, pero sin variar las condiciones económicas. De esta forma, pretende evitar el sobrecoste de abonar salarios a personal sin ocupación efectiva.
Es decir, esto supondría mantener a unos 460 trabajadores con el actual sueldo de 18.900 euros netos. Los otros cerca de 250 —en principio 120 ya tenían las condiciones actualizadas y otros 130 tendrían que hacerlo a mediados de septiembre, aunque aún quedan por dar el paso— sí se situarían en una franja salarial un 20% por encima del convenio sectorial. Esto es lo que pactaron los sindicatos el 5 de agosto de 2020 para el cierre de Nissan y era vinculante para el inversor que reindustrializara el centro de Zona Franca.
Ebro Barcelona llama al diálogo y habrá una nueva reunión la próxima semana
Además, la intención de Ebro Barcelona es que el grupo de empleados que tienen horario de seis horas sigan con esa situación, frente a lo acordado de que toda la plantilla trabaje a jornada completa.
Por su parte, el comité de empresa instó a que se cumpla el acuerdo del pasado 29 de noviembre y rechazó de plano la propuesta de la compañía. Al respecto, recordaron que los empleados ya han hecho un gran esfuerzo para adaptarse a las circunstancias.
No obstante, la entidad matizó que se trataba únicamente de una consulta, a la vez que emplazó a la parte social a una nueva reunión la próxima semana. Este encuentro será previsiblemente a partir del miércoles porque el martes 24 es la fiesta de La Mercè.
A pesar de que la producción de Ebro no va a ser suficiente para absorber a toda la plantilla —además, el ensamblaje del Omoda 5 se ha retrasado un año, como adelantó esta publicación—, los sindicatos han pedido que se adelanten las inversiones y que los trabajos que está previsto que se hagan más adelante en la factoría se ejecuten ahora por parte de los operarios que hay en plantilla.
Asimismo, recuerdan que cuando se pactó, que el 1 de octubre de 2024 todos los empleados tuvieran las condiciones que habían firmado, todavía Chery no había llegado a un acuerdo con la empresa española para producir modelos en Barcelona.