Ursula Von der Leyen logró ser reelegida como presidenta de la Comisión Europea con 401 votos a favor, 284 en contra y 50 abstenciones.
La política renueva su cargo apoyada, entre otros, por los votos de los eurodiputados de Los Verdes, ya que estos afirmaron antes del recuento que se mostrarían a favor (el voto es secreto y sin disciplina de partido). Y es que, a pesar de que su partido consideraba fijar como prioridad de cara a la legislatura la revisión de la prohibición de las ventas de nuevos vehículos de combustión a partir de 2035, la candidata del Partido Popular Europeo prometió «mantener el rumbo en el EUGreenDeal y los objetivos que nos fijamos para 2030 y 2050», así como presentar un Pacto Industrial sostenible en los primeros 100 días de su nuevo mandato e invertir en infraestructuras, especialmente en los sectores energéticos.
«No podemos retroceder en el Pacto Verde. Necesitamos una legislación de adaptación al clima para ser más resilientes», dijo en el debate la copresidenta de Los Verdes, Terry Reintke.
En contra de la visión de los conservadores, la mandataria indicó que planea mantenerla prohibición de vehículos contaminantes lo cual, según manifestó en un documento previo a la votación, «crea previsibilidad para los inversores y los fabricantes». No obstante, como también demandaba su partido, plantea la posibilidad de incluir en la revisión que se hará en el año 2026 una cláusula para permitir aquellos que usen e-fuels, ya que tampoco serían contaminantes.
Asimismo, según publicó Automotive News, Pascal Canfin, presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, dijo que la presidenta de la Comisión le dijo a su grupo Renew que veía tal exención como un «terreno de aterrizaje» para calmar las preocupaciones de los legisladores de centroderecha sobre la eliminación gradual.