A pesar de las acusaciones por parte del Gobierno italiano de que Stellantis planeaba desinvertir en el país y a las advertencias del CEO de la empresa, Carlos Tavares, de que podrían cerrar fábricas si se introducían competidores (como Tesla o algunas compañías chinas, con las que el Ejecutivo se encontraba en conversaciones), parece que la francoitaloamericana continúa apostando por el país transalpino, en el cual, por el momento, es el único fabricante.
El 27 de mayo, Tavares se reunió, por segunda vez, en Turín, con representantes sindicales para presentarles las perspectivas concretas de asignación de modelos en las fábricas italianas hasta 2030, tal y como informó la entidad en un comunicado. Los sindicatos durante mucho tiempo habían estado pidiendo a la compañía que aumentara la producción en la histórica sede de Fiat de Mirafiori (Turín) con un nuevo modelo de alto volumen y más barato.
Finalmente, parece que la empresa está dispuesta a satisfacer esta petición, puesto que Tavares anunció durante la mencionada reunión la decisión de desarrollar una versión híbrida del Fiat 500, así como la asignación del nuevo Jeep Compass híbrido en la planta de Melfi.
Asimismo, Stellantis va a iniciar un proceso de relevo generacional de la plantilla, con la contratación de trabajadores jóvenes principalmente en Mirafiori.
Un millón de vehículos en 2030
Durante este encuentro, el directivo reiteró su propósito, compartido con la Administración italiana, de...
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