Conducir un coche de lujo y que pueda aparcarse en el salón ya es una opción. Esta es una de las últimas tendencias multimillonarias que se están llevando a cabo en el mundo del motor. Son varios los estudios de arquitectura —y algunas marcas de lujo— que se han sumado a la ola del diseño de casas, garajes e incluso edificios para que estos vehículos combinen con la decoración del hogar.
En el centro de la ciudad de Singapur —en el privilegiado distrito nueve— se encuentra el lujoso rascacielos Reignwood Hamilton Scotts, con 56 viviendas. Todas ellas cuentan con un balcón acristalado junto a la sala de estar donde se exponen los coches de los propietarios, que son subidos desde el aparcamiento del sótano en un gigantesco y complejo ascensor robotizado hasta los apartamentos.
Sin embargo, este no puede compararse con el edificio cilíndrico de 60 plantas diseñado por Porsche Designs y situado en Sunny Isles Beach (Florida). Sólo cuenta con 60 unidades residenciales, pero cada una tiene el privilegio de incorporar un aparcamiento en la propia estancia, con lugar suficiente para alojar de 2 a 11 vehículos y ubicado justo detrás de una pared de cristal. Un elevador patentado lleva a los residentes hasta sus casas en sus coches. De hecho, el propio automóvil puede hacer de llave.
A nivel nacional, se puede encontrar una villa de seis dormitorios en Mallorca, que cuenta con una claraboya gigante y ofrece la panorámica de una cochera de lujo (y su contenido) justo debajo. Es posible disfrutar de estas vistas desde la terraza que da acceso a la piscina.
Estudios arquitectónicos
Pero como se mencionaba al principio, existen estudios de arquitectura dedicados exclusivamente a diseñar este estilo de estancias. Por ejemplo, Garage Deluxe mantiene la filosofía de diseñar «un espacio que realmente inspire y celebre los increíbles vehículos que se exhiben en él». Ellos cuidan cada detalle, «no guardarías un Rothko (pintor estadounidense) en el sótano debajo de las escaleras; lo colgarías en un lugar privilegiado con buena iluminación y espacio a su alrededor», declaró el fundador de esta empresa, Jonathan Clark, para The Guardian, «se trata de crear espacios para que los autos hermosos se coloquen en un ambiente similar a una galería».
Uno de los proyectos más destacados de la compañía es el rediseño de una cueva bajo el camino de la entrada de una casa unifamiliar. El coche entra en una plataforma situada al principio de la vivienda, que desciende hasta un sótano. A continuación, este es conducido (o empujado) a lo largo de «una pasarela de vehículos» que se convierte en el centro de atención de todo el espacio situado detrás del bar. Otro trabajo que tiene entre manos es una sala de exposición de coches junto a la piscina subterránea de un cliente, para que pueda contemplar su Ferrari F40 mientras hace sus largos matutinos.
No obstante, también destaca el trabajo de Yoshiaki Yamashita, quien diseñó una residencia para una pareja amante del mundo del motor con un garaje integrado en el espacio vital (salón y cocina) a través de grandes ventanales, lo que lo convierte en parte de la decoración y de la familia. Cuando no está el vehículo, esta zona también puede utilizarse como terraza cerrada.
Vivienda y taller
El estudio local Matt Fajkus Architecture fue el encargado de diseñar un edificio que alberga tanto viviendas como un espacio para la reparación y exposición de coches clásicos. La empresa tejana creó un edificio de dos plantas que dispone de un garaje en la planta baja y una vivienda en la parte superior, parte de la cual sobresale del terreno.
En 2016, Fala Atelier transformó una cochera de 200 metros sin ventanas en Lisboa en un espacio habitable bastante luminoso y diáfano para una joven pareja, con una plaza de aparcamiento para exponer su viejo escarabajo negro.
Por último, en Bangkok se puede encontrar una esbelta residencia blanca y de formas, la cual fue terminada por Korn Thongtour y Nartrudee Treesaksrisaku (fundadores del estudio tailandés Brownhouses), que alberga una gran colección de coches en su interior, los cuales serán visibles gracias a una cristalera situada en el salón y el estudio.
