El proceso legislativo comunitario es largo y, en ocasiones, complicado, pero si algo parecía inalterable en él es que, una vez se acuerda una norma en los trílogos, su aprobación es un mero trámite. Al menos, hasta ahora. El 7 de marzo estaba previsto que el Consejo de la Unión Europea refrendara el texto resultante de las negociaciones a tres bandas sobre el nuevo reglamento de reducción de emisiones en vehículos ligeros —el Parlamento lo hizo el 14 de febrero—, incluyendo el objetivo del 100% en 2035. El veto total a las mecánicas térmicas se evitó, pues en el último momento se incorporó la promesa de que Bruselas regularía los combustibles neutros para sortear las reticencias de varios países.
Entre ellos, Alemania, causante de que la citada votación del Consejo se posponga, todavía sin fecha mientras negocia con la Comisión, al amenazar con abstenerse —se necesita una mayoría cualificada para pasar el corte—. Según Reuters, el país quiere que la propuesta sobre los combustibles neutros llegue antes de 2026, cuando está prevista una revisión de la normativa de emisiones. No obstante, se trataría de un texto muy técnico, al tener que compatibilizarlo con las metas climáticas, y alcanzar un consenso antes de esa fecha es complicado, sobre todo habiendo elecciones al Parlamento el próximo año.
Así, Bruselas está tratando de…
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Accede al artículo completo adquiriendo la edición digital de La Tribuna de Automoción o suscríbete al periódico durante un año para tener acceso a todos los contenidos. Si ya eres suscriptor, utiliza tus claves para disfrutar de la mejor información del sector.