Abarth tiene por escribir una de las páginas más interesantes de su historia desde la recuperación de la marca en 2008. Por un lado, afronta un proceso de globalización que la va a llevar a desembarcar en el mercado sudamericano; y, sobre todo, su entrada como genuino petrol head en la era eléctrica del automóvil, un hito que tiene como abanderado al nuevo 500e, lo cual tiene todo el sentido del mundo, a la vista de que sus coches más icónicos han estado basados en el no menos carismático cinquecento de Fiat.
La estrategia diseñada para el primer cero emisiones de la firma del escorpión pasa por abrir el telón de su comercialización con una edición limitada a 1.949 unidades —en alusión al año de nacimiento de Abarth— sin cuotas asignadas por mercados, de modo que será el grado de interés que manifiesten los clientes españoles lo que determine cuántas de ellas acabarán rodando por nuestras ciudades.
Pero habrá que darse prisa, porque desde su prelanzamiento en noviembre hasta la apertura oficial de pedidos a mediados de febrero ya estaba reservado el 60% de la producción. En caso de no llegar a tiempo, tocará esperar hasta el mes de abril, momento previsto para el desembarco del resto de la gama, que convivirá con la actual de combustión, al menos durante este 2023.
El 500e Scorpionissima, como así se denomina esta versión especial, es la primera muestra de cómo va a fusionar Abarth su esencia y ADN deportivos con el carácter sostenible de la propulsión 100% eléctrica. Al igual que el resto de la gama, toma la plataforma del nuevo 500 para arroparla con un marcado estilo deportivo, un chasis más afinado y un alto nivel de equipamiento; tanto, que según los responsables de la marca se trata de una de las ediciones más completas de los últimos años.
Presencia deportiva
A la vista exterior, contemplamos por primera vez un Abarth con llantas gris titanio de 18 pulgadas y luciendo dos nuevos colores exclusivos, Verde Ácido y Azul Poison, además de los parachoques y el faldón lateral de estilo deportivo, el difusor trasero con una rejilla blanca, las carcasas de los retrovisores también en gris titanio o los grupos ópticos delanteros con iluminación LED completa y una nueva firma diurna.
Como elemento diferenciador respecto a su competencia, se ha querido mantener el techo de cristal o, en el caso de la carrocería Cabrio, la capota negra eléctrica. El interior presenta un marcado carácter deportivo en el diseño de sus principales elementos, con materiales como el cuero y el Alcántara dando lustre al salpicadero, los asientos baquet con reposacabezas integrados y el volante de tres radios, junto al tono oscuro para los pilares y el techo, los pedales de acero, la placa protectora y los distintos logos y grabados del escorpión.
Todo ello en combinación con la última tecnología: pantalla central de 10,25 pulgadas con navegación integrada, instrumentación digital de 7 pulgadas con nuevos gráficos Abarth, equipo de sonido premium del especialista JBL, cargador inalámbrico para el smartphone, acceso y arranque sin llave y una completa oferta de asistentes a la conducción entre los que se incluyen el de mantenimiento de carril, la alerta de ángulo muerto o el programador de velocidad activo.
Pero de su catálogo tecnológico destacaríamos dos elementos. En primer lugar, los tres modos de conducción seleccionables: Turismo, que limita la potencia a 136 CV para ganar autonomía en el uso cotidiano; Scorpion Street, opción de altas prestaciones con optimización de la frenada regenerativa; y Scorpion Track, para ofrecer tal cual el máximo rendimiento, reduciendo al mínimo la mencionada frenada regenerativa. Y segundo, un generador de sonido que suple artificialmente el silencio de la propulsión eléctrica con el bramido característico de los motores de gasolina de la marca. Un guiño para los nostálgicos…
154 CV que dan para mucho…
Al margen de cuestiones estéticas y de equipamiento, el corazón de esta versión de lanzamiento es el mismo que provocará los latidos de la gama que está por venir. Un motor eléctrico de desarrollo FCA de 154 CV (113 kW) alimentado por una batería de 42 kWh de capacidad con un cargador integrado de 11 kW y posibilidad de recarga rápida hasta 85 kW, para ganar 50 km en cinco minutos.
No le vendrá mal esta opción, porque se anuncia una autonomía de hasta 250 kilómetros, sensiblemente menor que los 330 declarados por el Fiat 500e, si bien es el peaje a pagar por su mayor rendimiento, que se puede cifrar en esos notables siete segundos que necesita para hacer el 0-100 km/h; o en ser un 50% más veloz en la aceleración de 20 a 40 km/h que el gasolina más potente que se comercializa en estos momentos.
Hablando de peajes, ¿será el precio el segundo? Juzguen ustedes ante la exposición de las cifras. En el configurador web de Abarth encontramos la versión gasolina 595 de 165 CV a un precio promocionado de 27.423 euros, mientras que la 695 de 180 CV se va hasta 30.277 euros.
La edición Scorpionissima, recordemos con el máximo nivel de equipamiento, tiene una tarifa con promoción de 41.700 euros, pero el Moves III obra el «milagro» de rebajarlo hasta 34.700 euros, estando también disponible por 319 euros al mes con el cargador Easy Wallbox incluido. A estos precios sumémosles otros 3.000 euros si lo que queremos es disfrutar con el cielo por montero (versión Cabrio) de este escorpión nutrido de kW.
