Audi afrontó con solvencia un 2021 "turbulento" para la industria de automoción, impactada por la escasez de suministro de semiconductores, la pandemia y el aumento del coste de la energía y las materias primas. Pese a estos obstáculos, el grupo finalizó el ejercicio con un beneficio neto de 5.649 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 49,7%; mientras que sus ganancias operativas rompieron un nuevo récord histórico —el anterior databa de 2012—, con un alza del 114% y 5.498 millones.
Desde la marca de los cuatro aros, el responsable de Finanzas y Asuntos Legales, Jürgen Rittersberger, explicó que estos "buenos resultados" se deben a "la rápida respuesta" que dio el fabricante al difícil contexto, adaptando los programas de producción a la falta de chips, logrando un mejor posicionamiento en el precio de los coches en los mercados y trabajando en una reducción de los costes fijos.
La apuesta por los modelos de mayor rentabilidad, junto a la reducción generalizada de promociones que se ha dado en el sector, permitió que el rendimiento de la compañía fuese tan positivo, a pesar de que su volumen de ventas decreció un 0,7%, hasta 1.680.512 unidades. Con estas entregas, que dejaron retrocesos en todos los grandes mercados —un -3,6% en China y un -0,5% en Europa, destacando un -15,6% en Alemania— a excepción de EEUU (+5%), los ingresos se situaron en 53.069 millones, un 6,2% de incremento.
La reducción de las matriculaciones se ha gestado por la mayor afectación de la empresa en el segundo semestre con el suministro de chips, y es que hasta mitad de año acumulaba unos números de récord, que se vieron frustrados en el tercer y cuarto trimestre, cuando se experimentaron descensos del 24% y del 34%, respectivamente.
Hablando de cifras históricas, otro indicador que sí consiguió este hito en 2021 fue el flujo de caja neto, que, con 7.757 millones, avanzó un 69%, lo que coloca al grupo en una posición de fortaleza para autofinanciarse.
Gestión de la crisis de Ucrania: problemas de piezas durante varias semanas
Para 2022, Audi fijó sus previsiones el 21 de febrero, antes de la invasión de Ucrania, por lo que no se consideran los efectos que pueda acarrear. En ventas, la meta es acabar el curso con entre 1,8 y 1,9 millones de vehículos, con un impulso de la facturación hasta entre los 62.000 y 65.000 millones. Mientras tanto, en el margen operativo la intención es colocarlo entre el 9% y el 11%, en comparación con el 10,4% que se registró en 2021.
Bajo los fundamentos recogidos en su plan estratégico Vorsprung 2030, la ambición de la firma alemana de crecimiento para finales de década es muy exigente, con una estimación de superar los tres millones de unidades vendidas y más de un 11% de rentabilidad operativa.
Los números proyectados para el presente ejercicio difícilmente se podrán hacer realidad, toda vez que la invasión de Rusia a Ucrania ha hecho que "la cadena de aprovisionamiento" del constructor se haya visto "altamente afectada", según el responsable financiero, quien expuso que están "tratando de minimizar lo más posible los efectos, pero es complicado ahora decir que supondrán para el conjunto del año".
En la ronda de preguntas del evento online de presentación de resultados, la dirección indicó que de los 16.000 proveedores de mazos de cables que tienen en el mundo —la falta de este componente, sobre todo, es el que está haciendo que sus fábricas europeas estén parando—, "solo 18 están ubicados en Ucrania", unos centros que no están aprovisionando en estos momentos.
La marca informó de que no van a eliminar los contratos con estos suministradores, sino que lo que están haciendo es "reorganizar todo lo que se envía desde ese país" y "en paralelo duplicar la fabricación en otras localizaciones". Por ejemplo, se explicó que desde Rumanía se van a entregar algunas producciones "esta semana o la que viene". No obstante, aclararon que "el dolor de cabeza" de los problemas de piezas continuará "por un número de semanas desde ahora".
Respecto al impacto comercial en Rusia, la firma recordó que ha detenido sus exportaciones y ventas en dicho mercado, un destino que, sin embargo, solo representa cerca del 1% de sus entregas, con 16.400 unidades materializadas en 2021, un 8% más.
2026, el culmen de su apuesta por la electrificación
El grupo de los cuatro aros tiene al coche eléctrico en el centro de su estrategia futura. Sobre el total de 21.000 millones de euros que tiene previsto movilizar en inversiones entre 2022 y 2026, 13.000 millones corresponden con la electrificación, 5.000 con la hibridación y 3.000 con la digitalización.
Los objetivos en materia de tecnología cero emisiones son muy ambiciosos, fijándose como fecha para lanzar exclusivamente coches de este tipo dentro de cuatro años, cuando la compañía se compromete tener en su oferta de gama más de 20 modelos. Actualmente, cuenta con ocho, con los que registró 81.894 ventas el año precedente, un 57,5% más. Respecto a las mecánicas de combustión, en los dos próximos cursos el fabricante lanzará las últimas generaciones de los automóviles con este tipo de propulsión, que será mejorada en eficiencia, incluyendo sistemas mild hybrid y PHEV, por ejemplo en el A4 y A6.
Su foco medioambiental también se posa en su actividad de producción, que será neutra en carbono en 2025 en todos sus centros, mientras que para 2030 ha establecido como meta ajustar las emisiones de CO2 de toda la cadena de valor —excluyendo los coches producidos en China— un 40% frente a 2018. Esta reducción forma parte desde 2021 de los objetivos de gestión de la corporación.