Los afectados por la cancelación de la red Stellantis, en una reunión que ha tenido lugar hoy en la sede de la CEOE, que fue promovida por Faconauto y que contó con la presencia de Ganvam, los presidentes de las asociaciones de cada una de las marcas con la que compite en España (Peugeot, Citroën, DS, Opel, Fiat, Alfa Romeo, Jeep y Abarth), Fagenauto —la asociación de talleres oficiales— y los sindicatos UGT y CCOO, así como el bufete de abogados Roca Junyent; han decidido crear una mesa de trabajo conjunta para unificar criterios ante las futuras negociaciones con el fabricante en las que se determinará la estructura de venta que tendrá a partir del 1 de junio de 2023 y las indemnizaciones para los que no continúen.
Esta contará con representantes de cada una de las entidades presente en el encuentro, aunque por el momento no se ha elegido quiénes la conformarán, según han informado fuentes del sector a La Tribuna de Automoción. Este punto ha sido uno de los que ha generado debate pues alguna de las partes ha señalado la urgencia de empezar a trabajar y aunar posturas antes de que Stellantis comunique los concesionarios que seguirán, lo que podría generar divisiones en el seno de las asociaciones marquistas.
Sin embargo, otros asistentes apuntaron ante esto que, independientemente de las comunicaciones que se realicen y del modo en que afecten a los establecimientos, la negociación será coordinada y que actuarán todos en el mismo sentido.
Grandes grupos de distribución
La cancelación de la red llegó por sorpresa el pasado 19 de mayo, medida que afecta a toda Europa, un preaviso que se envió el 31 del mismo mes y que da un plazo de dos años para que se haga efectivo. En el mismo, el fabricante señaló que quería concentrar sus ventas en grandes grupos multimarca que pudieran acoger nuevos emblemas de la compañía y que fueran capaces de acometer las inversiones que se prevén ante la aparición de nuevos sistemas de movilidad.
En juego hay 329 empresas y más de 35.000 puestos de trabajo directos. De hecho, los primeros rumores apuntan a que la futura red estaría constituida por solo un centenar de concesionarios, lo que dejaría en el alambre a unos 15.000 empleos, y que los centros sacrificados serían especialmente los que dan cobertura a las pequeñas poblaciones, los de la denominada España vaciada.
Según ha podido saber La Tribuna de Automoción, el plan del gigante francoitaliano es contar, por norma general, con un único vendedor por zona que matricule entre 2.500 y 4.000 vehículos por curso, que ofrezca todas las marcas y con un stock de unos cinco coches por exposición.
