El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, ha reconocido que no está “seguro” de que los problemas desencadenados por la escasez de los semiconductores, que por el momento no están teniendo tanto impacto en las filas del fabricante “en comparación con lo que se está viendo en otras compañías”, se diluyan en el segundo semestre.
“La repercusión que tendrá [la crisis] es desconocida; se nos ha dicho que las cosas irán mejor en la segunda parte del año, pero no estoy seguro de que esto ocurra, porque la evidencia que respalda este planteamiento no es tan obvia”, ha afirmado el directivo en la rueda de prensa en la que se han presentado los resultados de FCA y PSA para el ejercicio 2020.
Por el momento, “el número de afectaciones en las fábricas de Stellantis es bastante competitivo”. “Hemos podido enfrentar este problema, y espero que podamos seguir haciéndolo. Ahora estamos trabajando duro y lo más rápido que podemos, respetando los estándares de calidad, para encontrar alternativas“, explicó el ejecutivo.
No obstante, la crisis, fruto del aumento de la demanda de artículos electrónicos durante la pandemia, es “un duro golpe para nuestro plan de negocio”.
En la lista de factores que podrían llegar a complicar la actividad del grupo durante 2021 —en el que se espera alcanzar un margen operativo de entre el 5,5% y el 7,5%—, se encuentra, además de la escasez de estos componentes, el encarecimiento de las materias primas y el aumento de los costes de producción debido a la electrificación.
Comprometidos con los objetivos de emisiones
Por otra parte, Stellantis ha afirmado que este año está cumpliendo “desde el día 1” con los objetivos de emisiones de la UE. En materia de electrificación, “estamos centrados en mejorar la autonomía y hacer que estos coches sean asequibles“, ya que “la batalla dentro de tres o cuatro años” girará en torno a estos aspectos.
Desde la Comisión, han informado de que FCA ha presentado su intención de formar un pool con los mismos socios que en 2020, Tesla y Honda, y hasta el próximo 29 de marzo, los constructores que lo deseen pueden manifestar su voluntad de sumarse.
El director financiero de la corporación, Richard Palmer, ha señalado que, el pasado ejercicio, FCA pagó unos 300 millones de euros por créditos que le permitieran acercarse a los objetivos de emisiones en Europa, de los cuales “la mayor parte fueron de Tesla”.
“Tendremos un número parecido en 2021”, afirmó, antes de agregar que la cifra podría descender, pero “no de forma significativa”.
Las inversiones en Reino Unido, en manos del Gobierno
Otra de las cuestiones que el director ejecutivo del consorcio tocó durante la conferencia fue el futuro de la planta de Ellesmere, en Reino Unido. De acuerdo con Tavares, el proyecto de inversión que había sido definido para la misma, que contemplaba la producción “multienergía”, fue cancelado cuando el Gobierno anunció que prohibiría en 2030 la venta de coches diésel y gasolina nuevos.
“Investigamos cuál era la necesidad de electrificados en el país, pero esos mismos productos ya existen en otros lugares”, por lo que si se quiere “doblar” esta actividad, se necesita el apoyo de las autoridades. “No podemos tomar una decisión si no tiene sentido, económicamente hablando. Si no hay compromiso por parte del Ejecutivo, no seremos capaces de hacerlo”, sentenció el CEO.
