Pablo M. Ballesteros / Madrid
El director general de Nacional Motor (Derbi), Pedro Quijada, denunció a La Tribuna de Automoción que Giba pospuso las reuniones en Italia hasta en cuatro ocasiones por lo que fue imposible negociar la venta de la planta de Derbi en Martorelles.
Mientras que fuentes de la empresa suiza aseguran que el Grupo Piaggio no quiso bajar de 18 millones de euros, por lo que finalmente adquirieron una planta en Santa Oliva (Tarragona) por 9 millones que es “mucho más moderna y grande”; Quijada aseguró que habían pedido 9 millones de euros negociables y Giba se había plantado en 8, desde “hace cinco meses”, por lo que la diferencia fue de un millón de euros.
No obstante, Giba afirma que mantiene buenas relaciones con la entidad italiana y que podría encargarle los propulsores que equipará el Giba Jacaré, el deportivo biplaza que se venderá por 5.000 euros en California.
Por otro lado, la compañía trasalpina presentó un ERE de extinción –45 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades– de 98 empleados, 89 de los cuales eran indefinidos y 9 fijos discontinuos, por lo que permanecerán ocho trabajadores de la actual plantilla de 106 operarios. Anteriormente se había reducido el número de operarios gracias a las prejubilaciones.
La empresa suiza que ha fijado su enclave para producir el Jacaré a 80 kilómetros de la actual fábrica de Derbi valora el hecho de recolocar a los trabajadores rescindidos ya que considera que son un activo, gracias a su experiencia.
Respecto a otros proyectos, Giba deja de lado la posibilidad de hacerse cargo de la fábrica de Santana en Linares, ya que “no es un tema prioritario”.