La factoría de Carrocerías de Renault en Valladolid, que integra bajo su perímetro la nave de montaje de baterías para vehículos híbridos, va a empezar a suministrar acumuladores a la planta del consorcio del rombo en Tánger (Marruecos) próximamente, según ha desvelado el subdirector de las instalaciones españolas, Álvaro Jiménez.
Los envíos, que serán los primeros fuera del polo ibérico para este tipo de componente, se dirigirán inicialmente para equipar a los Dacia Jogger y, posteriormente, a los Sandero.
El director industrial del Polo Ibérico de Renault Group, José Martín Vega, ha explicado, en declaraciones a la prensa con motivo de un acto para celebrar el 60º aniversario de la planta vallisoletana de Carrocerías, que la elección de España para llevar a cabo este aprovisionamiento le supone a la compañía gala un gran ahorro económico al no tener que movilizar, por el momento, una inversión millonaria para construir una instalación de ensamblaje de baterías en Marruecos.
Y es que, tal y como ha detallado, la nave castellanoleonesa, con el despliegue de medidas de automatización y flexibilidad, ha logrado impulsar notablemente su capacidad de producción anual, que se sitúa actualmente en 300.000 unidades para dispositivos para modelos híbridos autorrecargables —cuentan con dos líneas de fabricación, con una cadencia de 30 a la hora y un nivel de automatización del 40-45%— y 30.000 para los de coches híbridos enchufables —una línea con un grado de automatización del 15%—.
La ecuación económica sale favorable para este nuevo proyecto en España, porque en cuestión logística desde Valladolid, en este caso con la planta de Horse, se envían a Tánger motores, de modo que se puede aprovechar ese flujo de exportación, según ha concretado Martín Vega.
Un 58% de la capacidad de montaje de baterías en Renault Valladolid
En 2024, la nave de baterías, que se implantó en la que se empleaba para fabricar el Twizy, suministró más de 98.000 unidades para la factoría de montaje de vehículos de Renault Valladolid (Captur y Symbioz de la firma del rombo y ASX de Mitsubishi) y más de 95.000 para la de Palencia (Austral, Rafale y Espace). Es decir, registró una saturación del 58,4% del total de 330.000 potenciales cada año.
Las instalaciones españolas son muy atractivas, porque sus dos líneas de acumuladores para híbridos autorrecargables son flexibles, es decir, pueden ensamblar cualquier modelo del porfolio. En estos momentos, trabaja con el BTA G1.5 de 400 v y 1,75 kWh, que lo equipan Austral, Espace y Rafale; y el BTA G2.0 de 260 v y 1,4 kWh, para el Captur y Symbioz. Por su parte, en la cadena para PHEV se hace la BTJ de 400 v y 21 kWh, para el Rafale.
Europa, también en el foco
Aparte del proyecto de suministro a Tánger, la planta de Valladolid está enfocada de cara al futuro en poder asumir, incluso, algún encargo de otros centros de producción del grupo en Europa, ante una necesidad puntual por un problema industrial o de capacidad.
De acuerdo con Martín Vega, para montar nuevas baterías, se tendrían que realizar diferentes ajustes de software, ya que cada modelo tiene una configuración determinada.















































