Nissan actualizó sus previsiones de pérdidas netas y las situó entre 700.000 y 750.000 millones de yenes (de 4.375 a 4.687 millones de euros) para el año fiscal 2024-2025. El ajuste refleja principalmente los profundos deterioros de activos productivos —superiores a 500.000 millones de yenes (unos 3.125 millones de euros)— en regiones como América del Norte, América Latina, Europa y Japón, así como costos de reestructuración que superarán los 60.000 millones de yenes (375 millones de euros).
Asimismo, esto supone una revisión drástica respecto a su predicción anterior de tan solo 80.000 millones de yenes (500 millones de euros).
La producción global de Nissan también se ha visto afectada, con una caída del 10,1% respecto al año anterior, acumulando un total de 3.048.717 vehículos. Del mismo modo, las ventas globales sufrieron un descenso del 4,3%, siendo China el mercado más golpeado, con una reducción del 18,6%; asimismo su ensamblaje en el país disminuyó un 17,7%. En este sentido, fuentes de Reuters señalan que la entidad se estaría planteando poner fin a la realización de vehículos en su planta de Wuhan para el 31 de marzo de 2026.
Reestructura su cúpula
Por otra parte, Jean-Dominique Senard, presidente de Renault Group y hasta ahora vicepresidente del consejo de Nissan Motor, dejará su cargo tras la junta general de accionistas prevista para junio. Junto a él también se retirará Pierre Fleuriot, otro representante de la marca francesa. La salida de ambos se produce en medio de una amplia reestructuración de la cúpula directiva de la japonesa, que busca recuperarse del frustrado intento de fusión con Honda y de varios años de inestabilidad.
Senard había criticado...
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