Las emisiones medias de los automóviles matriculados en España en 2024 fueron de 115 gramos de CO2, según MSI. Esto sitúa a nuestro país siete gramos por encima de los 108 que se registraron en la UE, si se tiene en cuenta la cifra de Dataforce facilitada a La Tribuna de Automoción.
Sin embargo, hubo cuatro marcas que mejoraron los registros logrados en el continente por el fabricante. Se trata de Mercedes, que registró 97 gramos en nuestro país frente a los 111 europeos (-14,43%); Ford, 108 contra 121 (-12,04%); Toyota, 104 comparados con 106 (-1,92%) y Citroën con 118 y 120 (-1,69%), respectivamente.
Así, estas filiales rompieron con el promedio general, que, en parte, es fruto de que en el mercado español los eléctricos sólo supusieron un 5,36% del total de las ventas, frente al 13,6% comunitario. Una tendencia que también ocurre con los híbridos enchufables, puesto que el 4,88% se ve superado por el 7,1% continental.
En el otro lado de la balanza, destaca que Volvo logró un ratio en Europa de 57 gramos, que se incrementaron en España hasta los 110 (+48,18%), a pesar de que el 17,83% de sus ventas aquí fueron eléctricas, con un registro de 3.223 unidades cero emisiones. De lejos, la siguen BMW, con 118 gramos y 100 en la UE (+15,25%) y Renault, 115 y 104 (9,57%).
683 millones de hipotéticas multas por las emisiones de los automóviles vendidos en España
A pesar de que la diferencia general de siete gramos entre España y la UE no parece un dato relevante, cabe recordar que de superarse el umbral de 93,6 gramos en 2025 —cada compañía tiene su objetivo individual, pero esa es la cifra media—, las marcas tendrán que pagar 95 euros por cada gramo de más multiplicado por el número de coches vendidos.
Teniendo en cuenta los 1,027 millones de turismos entregados en 2024, si todas las marcas incumplieran el objetivo global de emisiones en la UE, los fabricantes tendrían que pagar una multa de 683,08 millones por las operaciones de nuestro país.
No obstante, esto no va a pasar, porque muchas automovilísticas van a cumplir con las metas que establece la normativa CAFE de la Comisión Europea para 2025, sobre todo, por la creación de pool (o grupos de constructores que se unen para contabilizar de manera conjunta y aprovechar, previo pago, que hay marcas que emiten muy poco dióxido de carbono).
Además, el sector espera que estos parámetros se flexibilicen en el plan de acción para la automoción que la Comisión Europea hará público el próximo 5 de marzo, después del diálogo estratégico con esta industria que arrancó el pasado 30 de enero en Bruselas.