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La evolución de las enseñas

El logo de una marca genera la primera impresión que tenemos de una compañía, es por ello que un cambio en este puede tratarse de un movimiento
arriesgado. Un claro ejemplo es Jaguar que, a principios de diciembre, se enfrentó a numerosas críticas tras la desaparición de su emblemático felino. No
obstante, todas las empresas han experimentado muchos 'rebrandings' a lo largo de la historia, aunque son pocas las que se atreven a hacerlo de forma radical.

La evolución de las enseñas
El escudo bávaro está representado en la marca de BMW.

Aprincipios de diciembre, Jaguar dejó en shock a los amantes del motor con su nuevo cambio de enseña, sustituyendo a su famoso y emblemático felino —el cual apareció por primera evez en 1957— por uno que muestra simplemente el nombre de la marca con una tipografía de líneas curvas simples, basado en una filosofía creativa que define todos los aspectos del nuevo mundo de la compañía. Este movimiento de rebranding indignó a muchas personas, que la tildaron como un error a través de las redes sociales. Sin embargo, cabe destacar que la firma de lujo consiguió llamar la atención de todo el mundo.

Asimismo, en la época de la electrificación, son muchas las empresas que están redefiniendo su imagen con la intención de dar un cariz diferente a la compañía, de demostrar que la llegada de esta nueva tecnología también supone un punto y aparte en la historia de la entidad.

Por ejemplo, el león de Peugeot apareció grabado en el morro de sus vehículos por primera vez en 1840, después de que Emile Peugeot encargara a un orfebre de Montbéliard, Justin Blazer, que creara un emblema para que todo el mundo pudiera identificar rápidamente sus coches. Desde entonces, la casa ha cambiado su imagen 11 veces.

En un principio, este se trataba de un felino que caminaba por una flecha que simboliza la velocidad de corte de la sierra. En 1884, fue la primera vez que se puso a dos patas, hasta que en los 60 se mostraba sólo su cabeza, agrandada y colocada en un escudo, muy parecida a la que conocemos hoy en día.

Cambios radicales

Otra que ha cambiado su imagen ha sido Dacia, que a pesar de tener una presencia internacional
reciente, también ha dado un paso adelante considerable. Por un lado, en 1968 la rumana salió al mercado bajo el nombre de UAP (Uzina de Autoturisme Pitesti) y con una imagen con muchas referencias nacionales, en la que se puede observar un escudo con un águila alzando el vuelo sobre los Cárpatos.

Este tendría un cambio radical en 1980, justo cuando cambió de nombre la compañía, en este se puede ver que el escudo se sigue manteniendo pero ya vestido de negro, sobresaliendo en blanco sus letras. Aunque, cabe destacar, que el último gran cambio de este fue en 2021, cuando su frontal solo incluiría una «d» y una «c» mayúsculas, con una tipografía geométrica.

Por su parte, Hyundai también se enfrentó a un importante cambio de imagen, puesto que cuando empezó en 1969, su logo comenzó siendo negro con una «HD», las cuales estaban unidas por una línea que formaba un rectángulo. El siguiente fue en 1974, en este empleó una tipografía gruesa para las mismas dos letras, las cuales estaban cubiertas por un rectángulo.

En 1980, sus letras pasarían a utilizar el abecedario coreano y empezarían a utilizar el característico tono azul oscuro que representa a la marca. Una década después se daría a conocer el famoso logo que conocemos hoy en día de una H tumbada, aunque en realidad representa a dos hombres dándose la mano, en referencia a su entrada en el mercado internacional.

Logos que no han cambiado

A pesar de que vemos estos importantes cambios de imagen, hay fabricantes que no han retocado en exceso su diseño a lo largo de los años. Un ejemplo es BMW, donde las variaciones en su emblema han sido minúsculas, manteniendo en todo momento el escudo bávaro invertido en su diseño desde que este comenzó a producir vehículos en 1917.

Citroën es otra que tampoco ha transformado su imagen desde que comenzó. Bueno, más bien, esta ha mantenido sus llamativos chevrones, elegidos en 1919 para marcar el paso hacia una nueva era mucho más dinámica. Aunque cabe destacar que los colores y las formas en la que se mantenía este logo ha variado bastante con el paso de los años, comenzando con el amarillo y azul marino, pasando por el rojo y el platino, para acabar con el tono negro actual.

Otro ejemplo es nuestra marca nacional y perteneciente al Grupo Volkswagen, Seat, que ha variado muy poco en los últimos años realizando pequeños cambios para mantener su esencia. Si bien en sus inicios, el emblema contaba con el nombre de la compañía en la inscripción, en 1980 comenzó a emplear una S simplificada, con pequeñas evoluciones de color y morfología.

Búsqueda de logos

Aunque cabe destacar que hay fabricantes tardaron mucho en encontrar su logo definitivo y que, hasta entonces, realizaron varios cambios radicales. Uno de ellos fue Toyota que utilizó hasta cinco símbolos diferentes hasta encontrar al actual. En un principio, en 1937, era rojo e incluía unas letras en mayúsculas con la palabra «Toyoda» (apellido de familia del fundador) envueltas en una especie de diamante.

Por su parte, en 1949 pasó a ser redondo, completamente rojo y a utilizar letras japonesas. Del mismo modo, en 1958 la sobriedad envolvería a la compañía con una tipografía similar a la 'Times New Roman' y en negro. No regresaría al rojo hasta 1978 y finalmente en 1989 veríamos por primera vez su característico logo en forma de toro, pero que esconde el nombre de la compañía en sus formas tras superponer cada una de las letras.

Lo mismo ocurrió con el famoso rombo de Renault, que desde 1912 se emplea para todos los vehículos, dado que su forma era capaz de adaptarse a los angulosos capós de la época. Sin embargo, antes de ese año su identidad estaba marcada por su tipografía, la cual había pasado de dos R mayúsculas renacentistas y un círculo con el nombre de la marca en el interior. La última versión fue realizada por Gilles Vidal en 2021, el cual representa la era de la «nueva ola» en la que ha entrado la francesa, haciendo referencia a los eléctricos.

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