La dirección de Seat acaba de descartar la posibilidad de trasladar el montaje de alrededor de 20.000 unidades del Ibiza y Arona de la factoría de Martorell (Barcelona) a la de VW Navarra en 2025, con el fin de poder satisfacer la previsión de demanda de estos modelos, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes del sector y ha confirmado la compañía.
Este movimiento respondía a la situación de insuficiente capacidad productiva que tiene el centro catalán con estos automóviles desde que el pasado verano clausuró la línea 1 donde se ensamblaban para adaptarla a la industrialización de los eléctricos Cupra Raval y VW ID.2 —las obras deberían estar listas a finales del próximo curso—, lo que supuso que se transfirieran en septiembre a la tercera cadena junto al Audi A1, con la consiguiente merma de potencial de fabricación al compartir unas instalaciones que, además, son más pequeñas.
Ambos coches de Seat compartirán línea con el de la marca premium durante todo 2025 y hasta en torno el primer semestre de 2026, cuando este último dejaría de hacerse, según detallan fuentes del sector. Inicialmente, el urbano de la firma de los aros tenía fijado su fin de vida el próximo ejercicio, sin embargo, sus mecánicas han sido adaptadas para extender su permanencia en el mercado.
Fuentes de Seat SA explican a este medio que este análisis es un ejemplo más del trabajo de cooperación y de búsqueda de sinergias que se hacen entre ambas instalaciones para maximizar la actividad industrial en España, una dinámica que se potenciará igualmente con el proyecto de electrificación que se desarrollará desde 2026.
Seat Martorell prevé reducir la producción en 2025 un 4,1%
La reducción de la capacidad de Martorell se comprueba con el programa inicial que estima el constructor para el curso que viene, 460.150 unidades, en comparación con las 479.696 con las que se prevé terminar 2024, lo que significaría un ajuste del 4,1% (19.546 coches menos). Esa proyección de volumen se ha establecido para un calendario laboral en el que la intención es activar muchos turnos adicionales de trabajo en la línea 3 de sábado de mañana y domingos noche.
Fuentes del sector explican a este periódico que la dirección de Seat quiere sacar más producción del Ibiza y Arona y entonces está buscando alternativas, sobre todo a raíz de que los sindicatos de la planta barcelonesa hayan rechazado la propuesta de convocar sábados tarde, lo que está recogido en el convenio. Así, se empezó a trabajar en la opción de VW Navarra, lo que hubiera consistido en llevar desde la factoría de Seat carrocerías pintadas para que se finalizase el ensamblaje en las instalaciones de Landaben.
Análisis económicos para el traslado de carrocerías pintadas de Seat Martorell a VW Navarra
Los análisis del fabricante español con VW Navarra han determinado que esta trasferencia de carga de trabajo entre las fábricas "no es viable en térmicos económicos", según fuentes del sector, que precisan que la rentabilidad de las operaciones quedaría resentida.
En la ecuación final, también se han valorado los posibles problemas de calidad que surgirían y que requerirían de retrabajos, con el consiguiente impacto en costes.
¿Activar de nuevo la línea 1 para los Seat Ibiza y Arona?
Una vez descartado el traspaso a VW Navarra de las 20.000 unidades de los Seat Ibiza y Arona, otra vía que se estaría estudiando es la de poder reactivar la línea 1 sin dejar de hacer las pertinentes transformaciones para el proyecto del small BEV, según aseguran fuentes del sector.
Los dos coches podrían pasar sin problema por gran parte de la cadena de ensamblaje, sin embargo, hay un punto crítico donde actualmente no sería posible, concretamente en la zona donde se realiza el denominado matrimonio —se unen con robots el chasis y la carrocería—. Para salvar este impedimento, la compañía estaría viendo si con unas inversiones contenidas se puede gestionar la actividad con los dos vehículos térmicos. Nuevamente, las finanzas mandan.
El traspaso de hasta 50.000 SUV eléctricos de VW Navarra a Seat Martorell se descartó en 2023
Los análisis para intercambiar actividad entre ambas factorías no serían los únicos que se han hecho, puesto que, entre finales de 2022 y mediados de 2023, Seat, como líder del proyecto de electrificación del Grupo VW en España, evaluó la posibilidad de traspasar entre 40.000 y 50.000 unidades anuales —luego se elevó a 70.000— de los dos SUV eléctricos que hará en 2026 Landaben (el VW ID.2 X y el Skoda Epiq) a Martorell, después de que Skoda desestimase producir una silueta de un urbano cero emisiones en el centro catalán, como se había llegado a planificar.
Esta decisión implicaba un ajuste en los programas productivos de la planta de la compañía española de entre 80.000 y 90.000 unidades al año a partir de 2028. Para compensarlo, se puso encima de la mesa esa transferencia, una cifra que correspondería con la actividad que no podría asumir Pamplona funcionando con un esquema de lunes a viernes.
No obstante, este movimiento se descartó por la fuerte inversión que habría que implementar en Martorell de «más de un centenar de millones» para realizar adaptaciones en chapistería y pintura, considerando que los volúmenes que se cederían —a partir de 2028 probablemente, según se calculó— serían solo para pocos años. Además, pesó en contra la evolución más lenta que está experimentando el mercado de eléctricos en Europa.
225.000 unidades previstas para 2025 en VW Navarra
El análisis de Seat SA de mover carga a VW Navarra encajaría en un escenario en el que en un inicio se barajaba para la planta pamplonesa un programa para 2025 de alrededor de 200.000 unidades, mientras que en las últimas semanas ha ascendido hasta las 225.000, tal y como adelantó La Tribuna de Automoción en su edición de la segunda quincena de noviembre.
Una cifra que implicaría un retroceso del 18,06% frente a las 274.600 con las que se pronostica que cerrará 2024. Este volumen, a su vez, representa una cuantía similar (-0,5%) a la que tuvo el centro en 2023, cuando alcanzó los 273.273 coches.
A pesar de que la producción esperada sea mejor que la prevista en un principio, Landaben deberá acometer varias semanas de cierre más de las habituales, con cerca de cuatro meses de paros en el próximo ejercicio. Por ejemplo, la actividad no comenzará hasta el 23 de enero, tras las navidades, y en verano, tal y como ocurrió este curso, las vacaciones de julio se estirarán hasta el 20 de agosto.
ERTE de 66 días
Para afrontar esta situación, VW Navarra ha comenzado a negociar un nuevo ERTE, que tendrá una afectación de alrededor de 66 días, si no hay cambios. De esta forma, la factoría afrontará un año valle en el que se aprovechará para ejecutar numerosas obras de cara a un 2026 en el que se comenzará a montar los eléctricos Skoda Epiq y el Volkswagen ID.2 X.
Para estos dos coches ya se han empezado a ejecutar diferentes remodelaciones que ya no tienen posibilidad de retorno. Por ejemplo, de las tres prensas con las que cuenta Landaben para estampar piezas de carrocería ha desmantelado una para instalar otra que le permita hacer componentes para el automóvil eléctrico.
La diferencia entre ambas es que, mientras que las que están actuando ahora, para hacer las piezas de los coches de combustión necesitan un proceso de seis golpes, la nueva lo hará con uno menos.
Coches de combustión, al menos hasta 2028
Con el proyecto de electrificación ya en el horizonte, la compañía aclaró a la plantilla hace unos meses que VW mantendrá la producción de los modelos de combustión, al menos hasta 2028. No obstante, no es seguro que continúen los dos vehículos actuales.
Es decir, o el Taigo o el T-Cross podrían seguir la suerte del Polo, que en la actualidad solo se monta en Sudáfrica, después de abandonar Navarra en julio tras 40 años ensamblándose en el centro.