Unas hora después de que se diera a conocer que Volkswagen se plantea el cierre de tres fábricas en Alemania —se trataría de las primeras de la compañía en hacerlo en su país de origen en toda su historia—, La Tribuna de la Automoción ha podido saber que Dresde y Osnabrück son dos de las tres plantas que VW tiene planeado clausurar.
Asimismo, fuentes del sector han confirmado a esta publicación que la compañía planea una reducción de personal de 23.000 empleados de los 120.000 que trabajan en el país centroeuropeo, lo que supondría un recorte de plantilla del 19,17%. Es decir, casi uno de cada cinco trabajadores.
Estas dos instalaciones ya se encontraban en el punto de mira de la empresa debido a su baja producción. Por un lado, Dresde cuenta con más de 2.300 efectivos (de los que 2.000 son temporales), y es una de las encargadas de ensamblar el ID.3, aunque la fabricación de este modelo en la planta se detuvo el año pasado debido al reducido número de ventas.
Mientras que la de Osnabrück cuenta con 2.300 operarios y se encarga de la producción de tres modelos: el T-Roc Cabrio, el Porsche Cayman y el Boxster. Sin embargo, las instalaciones se encuentran en problemas después de la decisión de Porsche de realizar la próxima generación de los modelos Cayman y Boxster en su planta de Stuttgart-Zuffenhausen, sumado al plan de Volkswagen de cesar la producción del T-Roc Cabriolet el próximo año.
Cierre de tres fábricas y una reducción del 10% de la masa salarial
Esta mañana el comité de empresa ha reunido a los trabajadores para hablar de las últimas reuniones que habían mantenido con el Consejo de Administración de la empresa. En esta ha informado que la empresa tiene planeado cerrar tres fábricas, despedir a miles de trabajadores y disminuir permanentemente sus plantas restantes en el país centroeuropeo, ya que la marca está planeando una revisión más profunda de lo esperado.
Asimismo, el fin de semana pasado se dió a conocer que VW se está planteando una reducción global del salario del 10% y una congelación de la retribución durante dos años, según fuentes de Handelsblatt recogidas por Reuters. A esta también se le suma otras medidas como limitar las primas de los empleados de alto nivel o reducir los pagos adicionales por aniversarios.
Ante esta situación, la jefa del comité de empresa, Daniela Cavallo, ha declarado que «la dirección habla muy en serio. No se trata de un farol en la ronda de negociaciones». Por su parte, el negociador jefe del IG Metall, Thorsten Gröger, ha destacado que «si Volkswagen confirma el miércoles su camino distópico, el Consejo de Administración debe esperar las correspondientes consecuencias por nuestra parte».
Segunda ronda de negociaciones
La noticia de la reducción de plantilla de 23.000 empleados se produce un mes después de que la compañía negara un informe que señalaba una disminución de esta de 30.000 personas.
Por otro lado, el próximo 30 de octubre tendrá lugar la segunda ronda de negociaciones entre el Grupo VW y el sindicato alemán IG Metall para evitar la eliminación de varios convenios colectivos de la marca principal, entre los que se incluye uno que impedía los despidos hasta 2029; y los cierres de plantas.
El fabricante de automóviles se encuentra bajo una presión cada vez mayor para disminuir 4.000 millones de euros en gastos en medio de un clima económico complicado. Por su parte, los trabajadores han criticado a la dirección por no presentar una estrategia clara para el futuro, a pesar de las promesas de que se está preparando un nuevo plan.