La presidenta de Faconauto, Marta Blázquez, ha descrito como «una oportunidad sin precedentes» la llegada de marcas chinas a nuestro país, no solo por la faceta comercial, que beneficiará a los concesionarios —en la actualidad ya hay 300 distribuidores que trabajan con este tipo de fabricantes—, si no también a nivel industrial, ya que «quieren fabricar aquí».
Durante la I Cumbre de Automoción Hispano-China, celebrada en Madrid, la directiva ha abogado por «el mejor acuerdo» entre Europa y el gigante asiático, que genere un espacio de diálogo y que se piense en el «medio y largo plazo» en las empresas y en el sector de la automoción.
Para ello, es necesario que se establezcan unas reglas de juego claras, justas y equilibradas por parte de los Gobierno europeos y que se cree un marco de colaboración con China para seguir atrayendo inversiones para la automoción de nuestro país.
Además, ha pedido que se den las condiciones para generar relaciones comerciales sólidas entre España y China para seguir atrayendo inversiones del sector automovilístico, como la producción ya confirmada de Omoda (Grupo Chery) en Barcelona y la posible de MG. En relación a esta última operación esta publicación adelantó ayer que el Gobierno prevé que el CEO de SAIC vendrá a España antes de que acabe el año.
Eliminar las multas por emisiones de la UE
Blázquez, que ha recordado que las relaciones entre las dos regiones se remontan al siglo XVI con la Ruta de la Seda, ha señalado que los fabricantes con esta procedencia están contando con las concesiones españolas, los fabricantes de componentes, pero también bancos y aseguradoras de nuestro país. En este sentido, ha señalado que el 5% de cuota que atesoran estas firmas genera riqueza local.
En otro orden de cosas, la presidenta de los concesionarios oficiales ha pedido ayudas fiscales para la compra de vehículos eléctricos en España y a Europa ha solicitado que se eliminen las multas por superar el límite de emisiones en la media de ventas de las marcas. En este sentido ha recordado que la automoción es la única que tiene sanciones para transformarse hacia la descarbonización.
De hecho, ante el reto de la descarbonización y la búsqueda de la mejora de las ventas, Marta sentenció que «al final, al cliente le dejamos un precio poco accesible, que sería más cercano si se vendiera a volumen». Y recordó que para hacer esta transición industrial se requieren 800.000 millones de euros a nivel continental, por lo que considera que no es apropiado añadir a esta suma las multas que puedan llegar.
Finalmente tendió una mano a la delegación china llegada a los que dijo que «este acuerdo (el suscrito en abril durante el Salón del Automóvil de Pekín), tiene que seguir dando pasos y siempre tendréis en los concesionarios españoles un compañero para lograr los resultados».