A pesar de que todo parecía encaminado a que Grupo Renault y Grupo Volkswagen concluyeran de forma inminente su acuerdo para abaratar costes en la fabricación de un vehículo eléctrico «asequible», finalmente, en el último momento, la empresa alemana habría optado por alejarse de la francesa para desarrollar su propio proyecto, de manera que las conversaciones estarían rotas, de acuerdo con informaciones de Reuters.
El motivo del conflicto, según la agencia, habría sido la imposibilidad de alcanzar una decisión sobre la ubicación en la que montar dicho automóvil, ya que, tal y como adelantó esta publicación, la empresa gala tenía previsto que se ensamblara en su factoría eslovena de Novo Mesto (donde se fabrican actualmente el Twingo en su versión térmica y eléctrica, y el Clio), una elección incentivada por el menor coste laboral de esta planta, así como para asegurar la continuidad de su producción. Por el contrario, la germana querría utilizar plenamente su red de producción europea.
Tanto Renault como Volkswagen barajan otras opciones para su eléctrico «barato»
Ya en el mes de marzo, el CEO de la marca VW y responsable de las enseñas generalistas del consorcio, Thomas Schäfer, dijo que se encontraban trabajando en cuatro opciones en paralelo, tanto con terceros como de forma autónoma, y, ahora que las negociaciones con el consorcio galo han naufragado, parece que se estarían decantando por esta segunda opción. Además, el mismo directivo aseguró, en abril, que este cero emisiones, de menos de 20.000 euros, llegaría para «2026-2027 a más tardar».
Por su parte, el CEO del Grupo Renault, Luca de Meo, también reveló durante el Salón de Ginebra que estaba hablando con otros colaboradores potenciales (aunque no fueron nombrados), una opción que hoy por hoy seguiría abierta, pero que seguirían adelante «con o sin un socio». Y es que la del rombo, a través de su división Ampere, tiene muy avanzado su proyecto, un Twingo Leyend también por debajo del umbral de los 20.000 euros y con vistas a comercializarse ya desde 2026.
La paralización de la posible joint venture de ambas compañías deja también fuera, por el momento, a un potencial tercer socio que se hubiera encargado del ensamblaje.