En la película «Yo, robot» podíamos ver cómo en el año 2035 las tareas del hogar, el pilotaje de aviones o el cuidado de los niños recaían en unos humanoides autónomos con el cuerpo de platino y los ojos azules. A día de hoy, no estamos muy lejos de esta realidad, pues cada vez más marcas apuestan por invertir en esta tecnología para sus fábricas.
El pasado mes de enero, BMW anunció que empezaría a implementar en sus instalaciones de Spartanburg (Carolina del Sur, Estados unidos) unos robots con inteligencia artificial (IA) de la empresa Figure, los cuales se encargarán de realizar tareas específicas en un año o dos tras ser entrenados. El CEO de la empresa especializada en IA, Ben Adcock, indicó que colaborar con el fabricante de coches «es un enorme potenciador para nosotros en este sector». Por el momento, la compañía no ha revelado cuantos de estos se incorporarán entre sus filas.
Aunque la empresa alemana no es pionera en este ámbito. Honda lleva desarrollando esta maquinaria desde 1986 con el fin de que realicen los trabajos más repetitivos y peligrosos en las líneas de ensamblaje. En el año 2000, después de más de una década de investigación y desarrollo, la japonesa presentó a Asimo, el primer humanoide bípedo, el cual hemos visto cómo ha ido progresando con sus actualizaciones. Además, se trata de un importante embajador del mundo tecnológico, pues la insignia no duda en exponerlo siempre que tiene una ocasión. Actualmente, posee la capacidad de tomar decisiones y hacer cambios en su comportamiento en función de su entorno.
A finales de enero, el CEO de Tesla, Elon Musk, publicó un vídeo en la red social X —antes conocida como Twitter— dando un paseo con Optimus, el robot de la marca, al cual tiene pensado introducir en sus factorías. No obstante, este no estará terminado hasta dentro de una década o más. Actualmente dispone de unas características muy sencillas, aunque las últimas evoluciones le han permitido aumentar su velocidad un 30% y ha reducido su peso en 10 kg sin comprometer su rendimiento. Musk señaló que «todo lo que es capaz de hacer está extremadamente subestimado» y que, dentro de algunos años, la demanda podría ser de «entre 10.000 y 20.000 millones de unidades». Sin embargo, la compañía no da mucha información sobre este proyecto.
Perros y exoesqueletos
Otra marca que está apoyando esta tecnología es Hyundai, junto con Boston Dynamics. Actualmente, están desarrollando varios diseños de este tipo, los cuales están planteados principalmente para entornos industriales, ayudando a fomentar operaciones más seguras, eficientes y predecibles. Entre ellos destaca Spot —los fans de Black Mirror notarán que tiene un aire a los perros del capítulo ‘Cabeza de metal’, dado que el director se inspiró en ellos—, un sabueso robótico que ayuda a automatizar las inspecciones remotas o peligrosas, ahorrando tiempo y protegiendo vidas humanas. Casi un millón de estos están ya en funcionamiento a día de hoy.
Otro proyecto a destacar de la coreana es el exoesqueleto llamado VEX que ayuda a asistir a trabajadores de las plantas que pasan muchas horas con los brazos sobre su cabeza, por ejemplo, en maniobras de atornillado en la parte inferior de un coche, colocación de tubos de freno y fijación de escapes. Se trata de un chaleco que da apoyo al cuerpo y reduce la tensión muscular o esquelética durante los movimientos repetitivos y en situaciones de carga pesada.
