ZF, multinacional alemana de componentes de automoción y matriz de las antiguas plantas Dalphimetal España y Dalphimetal Seguridad, planea la venta de su división Passive Safety Technology (sistemas de seguridad pasiva), para enfocarse en la producción de componentes para el coche eléctrico y autónomo.
De esta forma, cerca de 42 plantas y 40.000 personas en el mundo pasarían a depender del futuro inversor, con la excepción de una mínima parte que se mantendría vinculada a la entidad, según confirma la empresa a este medio.
En la Península, se verían afectadas las fábricas de Vigo y Porriño, dedicadas a la elaboración de
airbag e insertos de magnesio, respectivamente, que cuentan con, aproximadamente, 550 empleados en total. Además, la operación incluiría el centro de ingeniería de O Caramuxo, enfocado en el diseño de volantes y airbag, y las plantas del norte de Portugal.
Christopher Rimmele, director de Comunicaciones de la firma, indica que la intención de la compañía
es que la división pase a ser «una empresa autónoma, cubriendo los puestos y desarrollando las funciones que actualmente realiza el Grupo ZF». Se trataría, por tanto, de «un proceso de crecimiento», para hacer frente a los «contratiempos de las megatendencias automotrices, así como a las regulaciones de seguridad que cada vez son mayores a nivel mundial».
El proveedor confirma...
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