El Grupo Volkswagen pretende replicar en Estados Unidos su éxito en Europa, como demuestra la partida que anunció en marzo del año pasado, de al menos 7.100 millones de dólares (6.684 millones de euros) hasta 2027, para aumentar su capacidad productiva de eléctricos en Norteamérica. El objetivo final es que el conjunto de emblemas de la corporación alcancen un 10% de cuota en el total de ese mercado, algo para lo que el fabricante bávaro considera clave el éxito de Scout, la extinta marca que pretende relanzar en el país como cero emisiones.
Para su llegada, la empresa tendrá que destinar parte de la citada inversión a edificar una planta para sus vehículos, toda vez que la que ya tienen en Chattanooga (Tennessee) no cuenta con el espacio suficiente para acogerlos. De hecho, Automobilwoche confirmó el pasado 24 de febrero que la germana ya había tomado la decisión de abrir una nueva fábrica para ensamblar, desde 2026, los dos automóviles con los que se estrenará Scout, un pick-up y un SUV, tras descartar acudir a constructores externos como Foxconn o Magna, con los que hubo contactos. Ahora, es Reuters la que ha publicado que el 3 de marzo el Consejo de Supervisión de la agrupación se reunirá para tratar esta posibilidad, e, incluso, una de las dos fuentes citadas aseguró que se dará luz verde al proyecto.
Por su parte, Audi también valora esta opción para optar a los créditos fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense, ya que en la actualidad no monta ninguno de sus enchufables allí, lo que le excluye de las ayudas. Su CEO, Markus Duesmann, reconoció…
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