Como parte de hoja de ruta hacia la electrificación, Ford se ha fijado el objetivo de producir dos millones de vehículos eléctricos al año en 2026, de los cuales 600.000 en Europa. Para poder lograrlo, es imprescindible garantizar el abastecimiento de baterías, ámbito en el que está apostando por la producción propia mediante asociaciones con otras compañías. Precisamente, uno de sus aliados en varios proyectos, la coreana SK On, podría ser sustituida en la futura gigafactoría de Turquía por su compatriota LG Energy Solutions.
El pasado marzo (número 619 de esta publicación), Ford anunció un preacuerdo con el primero de estos proveedores de acumuladores y con la turca Koç Holdings para establecer una joint venture. Esta operaría una planta para estos componentes cerca de la capital, Ankara, con una capacidad anual de entre 30 y 45 GWh y previsión de entrar en funcionamiento en 2025. Sin embargo, en los últimos días han surgido diferentes informaciones poniendo en duda este acuerdo.
En primer lugar, Bloomberg se hizo eco de una información del Korea Economic Daily, apuntando a que el pacto entre el fabricante y SK On se habría desechado, debido al incierto contexto económico, la subida en los tipos de interés y el freno a la demanda de cero emisiones en Europa. La misma noticia incluía una respuesta de la empresa asiática, que aseguraba que...
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