La propuesta de la Comisión sobre la normativa de emisiones Euro 7 se ha hecho de rogar por meses, eclipsada por las negociaciones sobre la descarbonización en vehículos ligeros de nueva matriculación, que se saldó con el conocido objetivo del 100% en 2035 y la petición de legislar los combustibles neutros. En cualquier caso, antes de llegar ahí los fabricantes deberán cumplir otros límites de contaminación, empezando por el Euro 6e —desde septiembre de 2023— y continuando con la recién publicada —se busca una entrada en vigor para coches y furgonetas en 2025 y para autobuses y camiones en 2027—.
El principal cambio de esta última es que sus reglas se aplican por igual a todos los vehículos a motor (ligeros y pesados) sin importar cual sea su tipo de mecánica. Esto implica que camiones y autobuses estarán sujetos a límites no regulados por el vigente Euro VI, como el óxido nitroso. Además, las propulsiones de gasóleo también salen perjudicadas, al ver cómo...
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