Continúa el reguero de enseñas chinas, principalmente de vehículos eléctricos, que dan el salto al mercado europeo. La última de ellas es BYD, que comunicó su desembarco en el Viejo Continente, tras realizar una prueba piloto en Noruega en agosto de 2021. El fabricante de cero emisiones ofrecerá una gama de tres modelos: un crossover compacto, el Atto 3; un SUV de siete plazas, el Tang; y un sedán, el Han.
La primera fase comenzará este septiembre en Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y Suecia. Antes de que concluya el año, se procederá a la siguiente, con su lanzamiento en Alemania, Francia y Reino Unido. En este proceso expansivo, BYD se estrenará también en otros mercados internacionales este 2022, como Australia, Israel y Japón. Por el momento, la marca no ha publicado ni precios ni objetivos de ventas. Asimismo, tampoco hay fecha fijada para la tercera parte de su expansión europea, que incluirá a España o Italia.
El modelo de distribución y posventa, al contrario que las compañías tradicionales —que se están pasando al de agencia—, será tradicional. Se llama ‘dealer+‘ y en él, BYD actúa de importador, en colaboración con uno o varios grupos de concesionarios.