Volvo Cars ha anunciado su adhesión a SteelZero, la iniciativa de Climate Group que pretende incrementar la demanda de acero sostenible e impulsar a su industria de fabricación a transicionar hacia la neutralidad climática. De este modo, la empresa de automóviles asume el reto de que en 2050 todo su aprovisionamiento de este material proceda de fuentes sin huella de carbono.
Además, acepta un objetivo intermedio para el final de esta década, cuando un 50% de su acero tendrá que cumplir uno de los siguientes requisitos: proceder de un fabricante que tenga un plan a medio y largo plazo de reducción de gases de efecto invernadero de su planta, aprobado por Science Based Targets o una entidad similar; contar con el certificado ResponsibleSteel u otros del estilo; o ser bajo en carbono, con su cantidad de emisiones definida y teniendo en cuenta la proporción de chatarra al final de su vida útil.
“Un enfoque sostenible en la industria del acero no es solo bueno para el medio ambiente, sino que también es un buen negocio, ya que limita nuestra exposición a futuros riesgos climáticos y regulaciones”, valoró Kerstin Enochsson, jefa de compras de Volvo Cars.
Pionera en el sector
La corporación se convierte de este modo en el primer fabricante automovilístico en sumarse a esta iniciativa, como parte de su hoja de ruta climática. Volvo Cars producirá solamente vehículos eléctricos desde 2030, para lo cual presentará una familia al completo en los próximos años. Desde 2018 trabajan para reducir la huella de carbono de cada una de sus unidades en un 40% en 2025, incluyendo en esa misma fecha un 25% menos de emisiones en su cadena de suministros.
Asimismo, prometen una fabricación climáticamente neutra en tan solo tres años, con el reto final de que esta se extienda a todo el conjunto de sus operaciones en 2040. Para ello, sus plantas en Europa y las de Chengdu y Daqing en China funcionan al completo con energías limpias, mientras que la de Torslanda (Suecia), ya ha alcanzado ese objetivo final.
“La unión de Volvo es un importante cambio en la demanda mundial de un acero de bajas o cero emisiones, y un momento clave para la industria del automóvil, que juega un papel central en la transición. Puede ayudar al sector en sus propios objetivos a cambio de un producto alineado con la agenda climática” valoró Jen Carson, jefe de industria de Climate Group.
Lo cierto es que la producción de acero es una de las principales fuentes de contaminación para el sector, y desde la marca estiman que representó un tercio del total de emisiones relacionadas con el montaje de sus vehículos en 2021. A nivel mundial, es responsable de alrededor de un 7% de todos los gases de efecto invernadero.
No es la única iniciativa
SteelZero es obra de Climate Group y de ResponsibleSteel, un estándar con certificado y órgano supervisor propio a nivel global, al que Volvo también se ha unido. Gracias a esta alianza, la automovilística tendrá acceso a información sobre sus suministros de acero, auditada y verificada por terceros, para asegurarse que se ha obtenido de forma responsable. Además, la organización también se asegura de otros aspectos importantes de la industria de este metal, como derechos humanos y laborales, biodiversidad, uso del agua o compromiso con la comunidad.
Por otro lado, esta no es la primera vez que la enseña sueca muestra su interés en un acero más ecológico. El año pasado, junto a su compatriota SSAB, selló una colaboración para trabajar de forma conjunta en el desarrollo de una versión de este material de alta calidad y sin fósiles, la iniciativa Hybrit.
El objetivo es sustituir el carbón, tradicionalmente clave en la elaboración del acero, por electricidad limpia o hidrógeno. En este caso, Volvo fue de nuevo pionera en el mundo del automóvil en sumarse. Se espera que la unión resulte en la primera tecnología de fabricación de este recurso sin intervención de combustibles fósiles y una huella ínfima.
Finalmente, a nivel interno, la agrupación estableció en 2021 un sistema de tasación del carbono, que fijaba un precio de 1.000 coronas (95,38 euros al cambio actual) por cada tonelada de emisiones de este gas. Una vez más, fue el primer fabricante en introducir un sistema así.