El CEO de Renault, Luca de Meo, ha declarado que "las fábricas españolas funcionan muy bien y están entre las más competitivas del Grupo", sin embargo, pese a esta posición de fortaleza, no hay seguridad de que no vayan a sufrir recortes de plantilla dentro del plan de reestructuración que va a detallar la compañía en enero, que supone ir un paso más allá del borrador presentado el pasado 29 de mayo. En él, se comunicó el objetivo de reducir en tres años más de 2.000 millones de euros en costes fijos y cerca de 14.600 puestos de trabajo en todo el mundo y pasar de una capacidad de producción global anual de cuatro millones de vehículos a otra de 3,3 millones en 2024, una disminución, en este último caso, de la que se libraría España, según confirmó la entonces directora general interina del constructor, Clotilde Delbos.
"Estamos mirando cada día. La situación es muy difícil de prever", ha expuesto De Meo, en una mesa redonda online con prensa española, a la pregunta de si las salidas de personal podrían afectar también a las plantas nacionales. Tras ello, ha explicado que el fabricante galo tendrá que reducir más del 20% de costes fijos previamente apuntado, debido a la evolución de los mercados, y es que los niveles de ventas anteriores a la crisis del coronavirus podrían "no recuperarse hasta 2022 o 2023".
Si bien ha remarcado el mayor esfuerzo que habrá que hacer en toda la estructura de la empresa --"tengo que tomar decisiones difíciles, porque si no lo hago no vamos a pasar el desierto", ha aseverado, haciendo referencia a la situación económica del grupo, con pérdidas de 7.300 millones de euros en el primer semestre--, el directivo italiano ha enfatizado: "No quiero dar miedo a todo el mundo, necesitamos que la gente esté concentrada en su trabajo". Asimismo, ha dejado claro que antes de ajustar el empleo, se están "buscando soluciones para ser lo más eficientes posible y liberar todos los pesos que no sirven".
En relación al futuro de las factorías españolas, estas arrancarán las negociaciones del nuevo convenio colectivo este jueves, con la constitución de la mesa negociadora. Preguntado por si Renault apostará por presentar otro Plan industrial y si el planteamiento de la marca será el de buscar la congelación salarial y una mejora de los costes de la flexibilidad, De Meo contestó que "no le gustaría desvelar todo" antes de iniciarse el proceso y que la pregunta, en todo caso, correspondería que la respondiera mejor José Vicente de los Mozos, presidente del grupo en España.
No obstante, sí que declaró que están "contentos con lo que se ha hecho hasta ahora, que hay que tratar las cosas de manera constructiva y dar futuro a largo plazo", por lo que, añadió, que es "importante que se consiga competitividad no solo en 2021", sino más allá.
Entrando en la estrategia industrial de la compañía en nuestro país, concretó que "la prioridad es localizar productos de gama media híbridos e híbridos enchufables, que van a tener más cuota de mercado en los próximos cinco años que el eléctrico", un apunte que lo ha introducido para destacar el potencial de volúmenes que tendrán Valladolid y Palencia, con modelos como "el Captur o el Kadjar", cuya nueva generación ya se "ha decidido" que se fabrique en las instalaciones palentinas.
Frente al enfoque español en esta tecnología, explicó que Francia se centrará en "la eléctrica pura", para lo cual el Mégane eVision se ensamblará en la planta gala de Douai, donde se hacen la familia Scénic, el Talisman y el Espace.
El CEO de la marca del rombo, que tendrá la ocasión de visitar las plantas nacionales los próximos 17 y 18 de noviembre, expuso, igualmente, que es fundamental que España "concentre el esfuerzo y la inversión en tareas y tecnologías de alto valor añadido", en las que "existen oportunidades". "Hay que reposicionar la industria. Es normal, es un tema de ciclo de vida. Lo mismo se está viendo en China. Hace 10 años era una plataforma industrial de ensamblaje de piezas que llegaban de fuera y ahora se está convirtiendo en un centro de innovación. Es una referencia. Todavía tienen mucho trabajo. Si miras, de todos sus ingresos en el automóvil, todavía están a un nivel de inversión en I+D de menos de la mitad que en Europa, pero se están poniendo las pilas. Apuestan por temas de baterías, conectividad o coche autopilotado. Hay un proyecto de país para dejar de ser una plataforma de fabricación y convertirse en un referente innovador, y lo mismo hay que hacer en España".