Ignacio Anasagasti / Madrid
La dirección de la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) ha reunido este mediodía al Comité de Empresa en una Comisión Consultiva para trasladarle la necesidad de negociar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) en el área de montaje de la planta de motores, ante una caída “dramática” de las previsiones de demanda de propulsores, según ha podido saber La Tribuna de Automoción de fuentes sindicales.
El fabricante no ha concretado la duración del ERTE ni el número de trabajadores que podrían verse afectados, debido a que está pendiente de recibir el programa de producción del centro de trabajo, algo que sucederá, previsiblemente, esta semana, según ha informado la compañía. A partir de entonces, se convocará, de nuevo, a los sindicatos para dar comienzo al periodo de negociaciones del expediente.
El Comité tenía previsto reunirse después de las vacaciones estivales —finalizaron el 22 de agosto— con la dirección para abordar la reducción que anunció, el 19 de julio, de 15.000 motores a partir de septiembre, que implicaban un excedente de 30 empleados. A diferencia del recorte productivo en montaje de vehículos, para el que se llegó, antes de verano, a un acuerdo con UGT —cuenta con mayoría absoluta— con el que se va a recortar jornada hasta diciembre, el de la factoría de propulsores se iba a tratar en estos días, puesto que la solución planteada en la otra fábrica no era apropiada a sus circunstancias, de acuerdo con la empresa. No obstante, los representantes de la plantilla no se esperaban que se pusiera encima de la mesa la necesidad de un ERTE.
Ford ha justificado su planteamiento en que la caída de la demanda de montaje de motores prevista es mucho mayor que la que se calculó en julio, aunque no ha detallado la magnitud. Fuentes sindicales explican que el problema podría estar en que ya ha comenzado la reducción de la fabricación de motores para el Grupo Jaguar Land Rover, una actividad que podría concluir a mediados de 2017.
El descenso productivo, antes de que se negocie y se active el ERTE, ya va a suponer dejar de producir el 5 de septiembre, una parada que se asumirá a cambio de la cuarta jornada industrial de 2019
En la planta de motores, trabajan, actualmente, alrededor de 900 efectivos, de los cuales cerca de 320 desempeñan su trabajo en el área de montaje con un esquema de dos turnos de lunes a viernes. Precisamente este colectivo sería el afectado por el ERTE.
Los sindicatos ven con preocupación el futuro de la planta de propulsores, debido al fin del suministro a Jaguar Land Rover y a que no tienen noticias de que se pueda adjudicar un nuevo proyecto adicional de producción. Por delante, según fuentes sindicales, sólo está prevista la actualización de los motores de gasolina (2.000 y 2.300 cc) que se ensamblan, en estos momentos; un proyecto que comenzaría a mediados de 2018.