Pablo M. Ballesteros / Madrid
El Comité de Empresa de Nissan Ávila ha convocado huelga todos los sábados que se fijen como productivos en el primer trimestre de 2016, ante «el incumplimiento de la dirección» de reincorporar a los despedidos de 2010, una vez que se produjera un aumento de la actividad, como el que se va a dar en el año fiscal 2015 en el que se fabricarán 14.882 unidades, un 20% más que en 2014.
Los representantes de los empleados han decidido que no se trabaje ningún sábado hasta que la compañía no reubique a los seis trabajadores que esperan su reingreso a la factoría. Afirman que por cada sábado de más que se trabaje el coste es mayor —la empresa paga entre 90 y 140 euros a los operarios por cada una de estas jornadas, por lo que multiplicado por los 476 empleados que quedan en la fábrica supone un desembolso para Nissan de más de 55.000 euros— que el de contratar a alguno de los trabajadores.
Consideran que si hay suficiente actividad para trabajar días extraordinarios, Nissan debe dar prioridad a su retorno. Además, afirman que la dirección ha incumplido el Convenio Colectivo, ya que en él existía el compromiso de que ante una producción mayor se reincorporaría a los despedidos en 2010.
No obstante, el primer sábado que está convocado es el 16 de enero por lo que aún queda tiempo para negociar antes de llevar a cabo la medida.
Tampoco horas extra
Por otro lado, también se plantean denunciar ante a la autoridad competente, la convocatoria de una hora de trabajo de más para el martes 22 de diciembre (el turno de carrocería, en lugar de entrar a las 7 lo harán a las 6), ya que se ha convocado con sólo una semana de preaviso.
Además, afirman que se están produciendo retrasos con la llegada de la producción de largueros, que iba a generar empleo para 25 personas, motivo por el cual los sindicatos habían accedido a rebajar los sueldos.
La falta de renovación de la plantilla en Ávila, que ha provocado un incremento de la edad media en las líneas, unida a la reducción de empleados de más de 500 a 476 —después de las 19 jubilaciones y de las bajas incentivadas que ha habido y que sólo se han sustituido con ocho reincorporaciones y tres contrataciones— que se ha ido produciendo poco a poco, hacen temer a los sindicatos por el futuro de la fábrica a 4 ó 5 años vista.
